“La ficción, la fantasía, necesita de la vida”. - Michael Ende
Una hoja en blanco es lo que tengo… he pensado en como iniciar este saludo, éste gran comienzo. Me he tardado tanto en escribir porque no sabía como empezar. Y me he dado cuenta que sólo necesito escribir en esta hoja en blanco.
Escribir lo que sé, lo que siento… ¿y qué siento?... ¡Ah! el latido de mi corazón que disfruta de esta gran apertura que se deja envolver en los días más nublados y me deja pintar un mundo de fantasía.
Siento el calor de aquellos miedos engendrados a punto de liberarse. Siento el viento que me inspira a fluir. Escribir es abrir la puerta a un sin fin de personajes que susurran a mi oído sus dudas, alegrías y locuras. Ellos me servirán de maquina de vapor para crear mundos diferentes, en donde puedan vivir sus aventuras eternamente.
Por eso mi imaginación se alza como las alas de una ave, cruza fuertemente por los arrecifes de ese mar azul, levanta esa brisa, ama cada paso que doy. Donde los planes nunca son ciertos pero siempre están llenos de alegría y de gozo, donde la realidad se muestra diferente a la que soñé pero tiene la misma energía y el mismo fin.
La inspiración y los sueños son la clave para seguir escribiendo y el motor es el amor. El amor a uno mismo, al prójimo, a ese ser proveniente de tierras lejanas, un amor puro, un amor sabio.
“La ficción, la fantasía, necesita de la vida”. - Michael Ende
Una hoja en blanco es lo que tengo… he pensado en como iniciar este saludo, éste gran comienzo. Me he tardado tanto en escribir porque no sabía como empezar. Y me he dado cuenta que sólo necesito escribir en esta hoja en blanco.
Escribir lo que sé, lo que siento… ¿y qué siento?... ¡Ah! el latido de mi corazón que disfruta de esta gran apertura que se deja envolver en los días más nublados y me deja pintar un mundo de fantasía.
Siento el calor de aquellos miedos engendrados a punto de liberarse. Siento el viento que me inspira a fluir. Escribir es abrir la puerta a un sin fin de personajes que susurran a mi oído sus dudas, alegrías y locuras. Ellos me servirán de maquina de vapor para crear mundos diferentes, en donde puedan vivir sus aventuras eternamente.
Por eso mi imaginación se alza como las alas de una ave, cruza fuertemente por los arrecifes de ese mar azul, levanta esa brisa, ama cada paso que doy. Donde los planes nunca son ciertos pero siempre están llenos de alegría y de gozo, donde la realidad se muestra diferente a la que soñé pero tiene la misma energía y el mismo fin.
La inspiración y los sueños son la clave para seguir escribiendo y el motor es el amor. El amor a uno mismo, al prójimo, a ese ser proveniente de tierras lejanas, un amor puro, un amor sabio.
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