Menu
Hoy nos adentramos en la vida de Mary Shelley, una joven de 18 años que intensificó los límites de la literatura que se conocían hasta ese momento y dejó a todos boquiabiertos con su creación.
¿Sabías que la inspiración de esta escritora británica para escribir Frankenstein provino de una pesadilla? Un sueño horroroso que, según se cuenta, sucedió un 16 de junio de 1816. Pero, ¿cómo empezó todo?
Era una noche de invierno cuando Lord Byron propuso a sus amigos un concurso literario. En Coligny, cerca del lago Lemán, en la elegante Villa Diodati, llegó un grupo de amigos: el poeta Percy B. Shelley, John Polidori, Mary Wollstonecraft (Shelley) y Claire Clairmont.
A causa del mal clima, tuvieron que permanecer encerrados en la mansión por un largo tiempo, y se dice que pasaban sus veladas leyendo relatos de terror. Este ambiente propició el surgimiento de ideas inquietantes y creativas.
Así que en una ocasión Lord Byron propuso que cada uno escribiera su propia historia. Nadie se imaginó que de este juego nacerían dos obras maestras de la literatura: El vampiro de John Polidori y Frankenstein de Mary Shelley.
La idea de Frankenstein surgió en una noche en la que Shelley tuvo un sueño horroroso, pero la obra fue escrita durante el veranode 1816. ¿Tú ya la leíste?
¿Sabías que la madre de esta escritora era feminista? Así era Mary Wollstonecraft; escritora, filósofa, revolucionaria y transgresora. Fue una gran inspiración para Mary Shelley, autora de uno de los monstruos más fascinantes y complejos de la literatura, Frankenstein.
Mary Shelley no creció en una casa común; ¡estamos hablando de filósofos, literatos y feministas en cada esquina de su hogar! La influencia de estos se colaba en su mente. ¡Imagínate! Su madre escribió un manual llamado Vindicación de los derechos de la mujer, ¡un éxito en ventas! Este texto es considerado uno de los primeros tratados sobre los derechos femeninos y sentó las bases del feminismo moderno.
Resulta que Mary creció en un lugar donde los libros volaban y los pensamientos rebeldes eran pan de cada día. La conexión madre-hija aquí era épica. Para Mary Shelley, su mamá era su ídola; ¡y no es para menos! Leía sus textos como si fueran redes sociales; Shelley los repetía como un mantra: “El recuerdo de mi madre ha sido el orgullo de mi vida”. Sin embargo, aquí viene la tragedia: ¡Mary Shelley nunca pudo conocer a su mamá! Falleció cuando dio a luz. Pero no te creas que eso paró la influencia que tuvo en ella. ¡Ni hablar! Los valores y las ideas de su madre eran como un tatuaje invisible que marcó a Mary para siempre.
La creadora de Frankenstein fue editora,ensayista, articulista y dramaturga. Se casó con el poeta Percy B. Shelley, pero la vida tenía otros planes porque los tres hijos que tuvo fallecieron. Sus obras eran más que letras en papel; eran sus emociones y cicatrices transformadas en arte. ¡Vaya terapia creativa!
Y de repente, ¡zas! Con 18 añitos, crea a su monstruo icónico en un verano de 1816. ¡Increíble, pero cierto! Creó a su monstruo “Frankenstein” sin saber que se convertiría en un mito universal que la haría eterna. ¡Todavía nos seguimos disfrazando en Halloween de esta gran creación!
Si hablamos de lo que decía Frankenstein en palabras actuales sería algo así: “¡ni una foto decente para el Instagram! Aislado, sin followers, su alma estaba más solitaria que un gato en una fiesta de perros: Veo gente feliz y no me etiquetan, ¡me siento excluido!" clamaba el monstruo. La interpretación sería; "no soy un monstruo; solo soy un incomprendido". Y aquí te va el fragmento real: “Veo por todos lados una felicidad de la que me siento excluido,” clamaba. “Cuando me creaste era dulce y bueno, pero los sufrimientos han hecho de mí lo que soy: un enemigo.”
Una criatura solitaria y sin nombre, un monstruo creado por el doctor Víctor Frankenstein, el hombre que jugó a ser Dios y fue la semilla de la ciencia ficción; porque a través de la ciencia se crea el monstruo.
Frankenstein es una obra del género gótico, que ahonda en la ambición del hombre por el saber. Sin embargo, esta criatura huérfana, carente de sentido e identidad representa al monstruo que guardaba en su interior la mismísima Mary Shelley.
El aterrador monstruo no solo se quedó en la novela; este famoso personaje también dio un salto a la pantalla grande. Desde su primera adaptación cinematográfica en 1910 hasta las versiones más contemporáneas, Frankenstein ha influido profundamente en la cultura popular.
Mary Shelley logró capturar temas universales como la soledad, el deseo humano por pertenecer y las consecuencias del rechazo social. Su obra sigue siendo relevante hoy en día, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia humanidad y los límites éticos del conocimiento científico.
Si estás en plan familia, "Frankenweenie" de Tim Burton te quedará como anillo al dedo y está en Disney +. ¿Un perrito resucitado? ¿Qué podría salir mal?
En esta película conocerás la historia de un niño y su perro Sparky que repentinamente muere, pero que gracias al pequeño Víctor y su interés por la ciencia, revive.
El director James Whale seunió al club de monstruos con "El doctor Frankenstein". Aquí hay más cadáveres y experimentos aterradores que en un capítulo de CSI. Max te tiene cubierto.
Cuando cae la noche, Frankenstein con la ayuda de Fritz, su criado, se interna en los cementerios para arrancar de los muertos las piezas que necesita para su criatura. Lo que él no sabe es que el cerebro que ha utilizado en su experimento era de un criminal despiadado.
Y la pesadilla continua, ¡La novia de Frankenstein! Del director James Whale, porque, obvio, ¿qué monstruo no merece una cita? Y la encuentras en Max.
Una serie viejita, pero bonita del año 1964, una serie cómica y entretenida.
En conclusión, Mary Shelley no solo creó un personaje icónico; también dejó un legado literario profundo e impactante que continúa resonando con lectores y cineastas alrededor del mundo.
Hoy nos adentramos en la vida de Mary Shelley, una joven de 18 años que intensificó los límites de la literatura que se conocían hasta ese momento y dejó a todos boquiabiertos con su creación.
¿Sabías que la inspiración de esta escritora británica para escribir Frankenstein provino de una pesadilla? Un sueño horroroso que, según se cuenta, sucedió un 16 de junio de 1816. Pero, ¿cómo empezó todo?
Era una noche de invierno cuando Lord Byron propuso a sus amigos un concurso literario. En Coligny, cerca del lago Lemán, en la elegante Villa Diodati, llegó un grupo de amigos: el poeta Percy B. Shelley, John Polidori, Mary Wollstonecraft (Shelley) y Claire Clairmont.
A causa del mal clima, tuvieron que permanecer encerrados en la mansión por un largo tiempo, y se dice que pasaban sus veladas leyendo relatos de terror. Este ambiente propició el surgimiento de ideas inquietantes y creativas.
Así que en una ocasión Lord Byron propuso que cada uno escribiera su propia historia. Nadie se imaginó que de este juego nacerían dos obras maestras de la literatura: El vampiro de John Polidori y Frankenstein de Mary Shelley.
La idea de Frankenstein surgió en una noche en la que Shelley tuvo un sueño horroroso, pero la obra fue escrita durante el veranode 1816. ¿Tú ya la leíste?
¿Sabías que la madre de esta escritora era feminista? Así era Mary Wollstonecraft; escritora, filósofa, revolucionaria y transgresora. Fue una gran inspiración para Mary Shelley, autora de uno de los monstruos más fascinantes y complejos de la literatura, Frankenstein.
Mary Shelley no creció en una casa común; ¡estamos hablando de filósofos, literatos y feministas en cada esquina de su hogar! La influencia de estos se colaba en su mente. ¡Imagínate! Su madre escribió un manual llamado Vindicación de los derechos de la mujer, ¡un éxito en ventas! Este texto es considerado uno de los primeros tratados sobre los derechos femeninos y sentó las bases del feminismo moderno.
Resulta que Mary creció en un lugar donde los libros volaban y los pensamientos rebeldes eran pan de cada día. La conexión madre-hija aquí era épica. Para Mary Shelley, su mamá era su ídola; ¡y no es para menos! Leía sus textos como si fueran redes sociales; Shelley los repetía como un mantra: “El recuerdo de mi madre ha sido el orgullo de mi vida”. Sin embargo, aquí viene la tragedia: ¡Mary Shelley nunca pudo conocer a su mamá! Falleció cuando dio a luz. Pero no te creas que eso paró la influencia que tuvo en ella. ¡Ni hablar! Los valores y las ideas de su madre eran como un tatuaje invisible que marcó a Mary para siempre.
La creadora de Frankenstein fue editora,ensayista, articulista y dramaturga. Se casó con el poeta Percy B. Shelley, pero la vida tenía otros planes porque los tres hijos que tuvo fallecieron. Sus obras eran más que letras en papel; eran sus emociones y cicatrices transformadas en arte. ¡Vaya terapia creativa!
Y de repente, ¡zas! Con 18 añitos, crea a su monstruo icónico en un verano de 1816. ¡Increíble, pero cierto! Creó a su monstruo “Frankenstein” sin saber que se convertiría en un mito universal que la haría eterna. ¡Todavía nos seguimos disfrazando en Halloween de esta gran creación!
Si hablamos de lo que decía Frankenstein en palabras actuales sería algo así: “¡ni una foto decente para el Instagram! Aislado, sin followers, su alma estaba más solitaria que un gato en una fiesta de perros: Veo gente feliz y no me etiquetan, ¡me siento excluido!" clamaba el monstruo. La interpretación sería; "no soy un monstruo; solo soy un incomprendido". Y aquí te va el fragmento real: “Veo por todos lados una felicidad de la que me siento excluido,” clamaba. “Cuando me creaste era dulce y bueno, pero los sufrimientos han hecho de mí lo que soy: un enemigo.”
Una criatura solitaria y sin nombre, un monstruo creado por el doctor Víctor Frankenstein, el hombre que jugó a ser Dios y fue la semilla de la ciencia ficción; porque a través de la ciencia se crea el monstruo.
Frankenstein es una obra del género gótico, que ahonda en la ambición del hombre por el saber. Sin embargo, esta criatura huérfana, carente de sentido e identidad representa al monstruo que guardaba en su interior la mismísima Mary Shelley.
El aterrador monstruo no solo se quedó en la novela; este famoso personaje también dio un salto a la pantalla grande. Desde su primera adaptación cinematográfica en 1910 hasta las versiones más contemporáneas, Frankenstein ha influido profundamente en la cultura popular.
Mary Shelley logró capturar temas universales como la soledad, el deseo humano por pertenecer y las consecuencias del rechazo social. Su obra sigue siendo relevante hoy en día, invitándonos a reflexionar sobre nuestra propia humanidad y los límites éticos del conocimiento científico.
Si estás en plan familia, "Frankenweenie" de Tim Burton te quedará como anillo al dedo y está en Disney +. ¿Un perrito resucitado? ¿Qué podría salir mal?
En esta película conocerás la historia de un niño y su perro Sparky que repentinamente muere, pero que gracias al pequeño Víctor y su interés por la ciencia, revive.
El director James Whale seunió al club de monstruos con "El doctor Frankenstein". Aquí hay más cadáveres y experimentos aterradores que en un capítulo de CSI. Max te tiene cubierto.
Cuando cae la noche, Frankenstein con la ayuda de Fritz, su criado, se interna en los cementerios para arrancar de los muertos las piezas que necesita para su criatura. Lo que él no sabe es que el cerebro que ha utilizado en su experimento era de un criminal despiadado.
Y la pesadilla continua, ¡La novia de Frankenstein! Del director James Whale, porque, obvio, ¿qué monstruo no merece una cita? Y la encuentras en Max.
Una serie viejita, pero bonita del año 1964, una serie cómica y entretenida.
En conclusión, Mary Shelley no solo creó un personaje icónico; también dejó un legado literario profundo e impactante que continúa resonando con lectores y cineastas alrededor del mundo.
Suscríbete a mi lista de correos, para compartir contigo nuevos cuentos, artículos o libros que publique por aquí.
