Se dice que hace más de 6000 años, los Sumerios conocidos como la primera civilización del mundo descubrieron a los anunnakis, los dioses que vinieron a la Tierra para crear a la humanidad.
Los sumerios, con todo el conocimiento que poseían diagramaron planetas de nuestro sistema solar con una precisión impresionante e incluyeron un planeta adicional que llamaron Nibiru: el cuerpo celeste asociado con el dios Marduk y que, según algunas teorías, era de donde provenían los Anunnakis.
En el libro The Anunnaki Connection la arqueóloga e historiadora Heather Lynn cuenta que estos seres eran dioses antropomórficos de un aspecto muy llamativo, tenían ojos grandes, facciones afiladas y se distinguían por tener barba, también eran mucho más altos que los sumerios, incluso se ha afirmado que eran gigantes. Esta teoría nace de la imagen de la tablilla de piedra dedicada a Shamash, el dios del Sol de la civilización babilónica.
Para los sumerios, los Anunnakis eran los amos de la tierra y el cielo, los seres que tenían poder sobre la vida y también sobre la muerte.
El mito dice que estos dioses de la civilización sumeria llegaron a nuestro mundo hace miles de años. Los anunnakis habitaban un planeta llamado Nibiru, sin embargo, tuvieron que abandonar su hogar para viajar a la Tierra porque necesitaban de un metal precioso, el oro, pero no para fabricar joyas u ornamentos preciosos sino para crear un escudo de partículas de oro y así proteger la atmósfera de su planeta.
Así que se dirigieron al sur de África en donde empezaron a minar el oro.
El trabajo era tan extenuante que Enki, el dios sumerio más sabio y poderoso, les ayudó a encontrar una solución: crear a una especie inferior que extrajera el metal precioso. Los anunnakis combinaron sus genes con los de la especie más evolucionada de primates en nuestro planeta, en aquel momento, los australopithecus.
Así fue como crearon a sus esclavos que evolucionaron hasta convertirse en homo erectus y después en homo sapiens. Estos últimos fueron protegidos por los anunnakis de un diluvio universal provocado por ellos mismos para exterminar a los esclavos fugitivos. Por eso, los sumerios adoraban a estos dioses que los habían protegido y salvado.
Según esta interpretación de las tablas sumerias realizada por Zecharia Sitchin (escritor e investigador de estos seres) así fue como se creó la humanidad.
Las teorías hablan de un posible regreso y las consecuencias que su llegada tendría para la humanidad. Pero, ¿en algún momento se fueron o se encuentran habitando el mismo mundo que nosotros? Existen muchísimas interpretaciones sobre el mito de estas deidades sumerias.
En el libro The Anunnakiconnection, Heather Lynn menciona que estos dioses están en búsqueda de avatares para poder experimentar la vida humana y habitar nuestra dimensión. En algunos textos sumerios se escribió que los dioses Anunnakis pueden estar en diferentes planos de la realidad y esto les permitiría volver para convertirse en los dioses supremos de nuestro planeta.
Se ha dicho también que podrían volver a través de puertas estelares escondidas y que su regreso implicaría el fin del mundo o el inicio de una posible batalla espiritual.
El mito de los anunnakis seguirá siendo uno de los enigmas de la civilización sumeria y de la historia de la humanidad pero también funciona como inspiración para crear historias fascinantes.
Se dice que hace más de 6000 años, los Sumerios conocidos como la primera civilización del mundo descubrieron a los anunnakis, los dioses que vinieron a la Tierra para crear a la humanidad.
Los sumerios, con todo el conocimiento que poseían diagramaron planetas de nuestro sistema solar con una precisión impresionante e incluyeron un planeta adicional que llamaron Nibiru: el cuerpo celeste asociado con el dios Marduk y que, según algunas teorías, era de donde provenían los Anunnakis.
En el libro The Anunnaki Connection la arqueóloga e historiadora Heather Lynn cuenta que estos seres eran dioses antropomórficos de un aspecto muy llamativo, tenían ojos grandes, facciones afiladas y se distinguían por tener barba, también eran mucho más altos que los sumerios, incluso se ha afirmado que eran gigantes. Esta teoría nace de la imagen de la tablilla de piedra dedicada a Shamash, el dios del Sol de la civilización babilónica.
Para los sumerios, los Anunnakis eran los amos de la tierra y el cielo, los seres que tenían poder sobre la vida y también sobre la muerte.
El mito dice que estos dioses de la civilización sumeria llegaron a nuestro mundo hace miles de años. Los anunnakis habitaban un planeta llamado Nibiru, sin embargo, tuvieron que abandonar su hogar para viajar a la Tierra porque necesitaban de un metal precioso, el oro, pero no para fabricar joyas u ornamentos preciosos sino para crear un escudo de partículas de oro y así proteger la atmósfera de su planeta.
Así que se dirigieron al sur de África en donde empezaron a minar el oro.
El trabajo era tan extenuante que Enki, el dios sumerio más sabio y poderoso, les ayudó a encontrar una solución: crear a una especie inferior que extrajera el metal precioso. Los anunnakis combinaron sus genes con los de la especie más evolucionada de primates en nuestro planeta, en aquel momento, los australopithecus.
Así fue como crearon a sus esclavos que evolucionaron hasta convertirse en homo erectus y después en homo sapiens. Estos últimos fueron protegidos por los anunnakis de un diluvio universal provocado por ellos mismos para exterminar a los esclavos fugitivos. Por eso, los sumerios adoraban a estos dioses que los habían protegido y salvado.
Según esta interpretación de las tablas sumerias realizada por Zecharia Sitchin (escritor e investigador de estos seres) así fue como se creó la humanidad.
Las teorías hablan de un posible regreso y las consecuencias que su llegada tendría para la humanidad. Pero, ¿en algún momento se fueron o se encuentran habitando el mismo mundo que nosotros? Existen muchísimas interpretaciones sobre el mito de estas deidades sumerias.
En el libro The Anunnakiconnection, Heather Lynn menciona que estos dioses están en búsqueda de avatares para poder experimentar la vida humana y habitar nuestra dimensión. En algunos textos sumerios se escribió que los dioses Anunnakis pueden estar en diferentes planos de la realidad y esto les permitiría volver para convertirse en los dioses supremos de nuestro planeta.
Se ha dicho también que podrían volver a través de puertas estelares escondidas y que su regreso implicaría el fin del mundo o el inicio de una posible batalla espiritual.
El mito de los anunnakis seguirá siendo uno de los enigmas de la civilización sumeria y de la historia de la humanidad pero también funciona como inspiración para crear historias fascinantes.
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