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Los Hermanos Grimm fueron dos académicos alemanes que publicaron cuentos populares y de hadas durante el siglo XIX. Su obra ha sido traducida a más de 160 idiomas y sus historias han sido adaptadas al teatro y a la pantalla en innumerables ocasiones. Uno de los cuentos que a mí más me gusta de los hermanos Grimm es: El hombre de la piel de oso.
Mucha gente tiene la idea de que los Hermanos Grimm son los que crearon estos cuentos, cómo: La Cenicienta, Caperucita Roja, La Bella Durmiente y Blancanieves. Lo que casi no se sabe; es que eran relatos orales tradicionales que junto con el autor Charles Perrault popularizaron y los llevaron a la escritura. Por eso existen dos versiones creadas por estos autores.
En esta pequeña biografía, te cuento que los hermanos Grimm son conocidos por su colección de cuentos infantiles. Nacieron en Hanau, Alemania, a finales del siglo XVIII. Su padre era abogado y su madre murió cuando eran jóvenes. Jacob y Wilhelm Grimm estudiaron en la Universidad de Marburgo, donde se interesaron por el estudio del folclore. Se formaron en la iglesia calvinista. En 1812, los hermanos Grimm empezaron a publicar una serie de cuentos que habían recogido de diversas tradiciones orales. Estos se hicieron muy populares y contribuyeron a que los Hermanos Grimm se convirtieran en las principales autoridades en materia de cuentos populares o cuentos de hadas.
Algunos cuentos de los hermanos Grimm famosos son: Blancanieves, Hansel y Gretel, y Cenicienta, entre otros. La obra de los hermanos Grimm ha tenido un impacto duradero en el mundo de la fantasía y en el mundo de los cuentos de hadas. Su obra ha sido adaptada en numerosas películas, programas de televisión y otros medios. Jacob y Wilhelm Grimm son dos de los narradores más famosos de la historia.
Jacob Grimm se caracterizaba por ser muy serio, mientras que Wilhelm era más divertido y extrovertido. Ambos eran grandes investigadores y trabajaban juntos para conseguir sus objetivos.
Los cuentos de los hermanos Grimm son bastante oscuros. Esto se debe probablemente al hecho de que los Grimm no trataban de escribir cuentos para niños; simplemente intentaban documentar la tradición oral de la narración de cuentos que tanto predominaba en su tiempo. No fue hasta más tarde que su obra se adaptó para el público más joven. Muchos sus historias se basaban en hechos reales o en personas de las que habían oído hablar en sus viajes.
Las versiones de los cuentos solían tener un final oscuro que reflejaban la sombría realidad de la vida en la Europa medieval como Hansel y Gretel que terminaba originalmente con los dos niños siendo cocinados y comidos por la bruja. No fue hasta más tarde que la historia se cambió para tener un final feliz. En Cenicienta, la malvada madrastra le corta los dedos de los pies a su hija para que le quede la zapatilla de cristal. Aunque estos finales pueden parecer extremos para los lectores modernos; servían de advertencia a los niños sobre los peligros que acechaban en el mundo que les rodeaba.
A pesar de la naturaleza oscura de sus cuentos, los cuentos de los Hermanos Grimm ayudaron a dar forma al mundo de la fantasía y que todas las personas recordemos con cariño cuentos como el de blancanieves hansel y gretel, que nos contaban en nuestro hogar cuando éramos chicos.
Este es uno de los cuentos que más me gusta de los hermanos Grimm, se los leí hace tiempo a mis alumnos y terminaron fascinados. Te dejo el inicio y espero que lo disfrutes. Si te atrae, búscalo en la red para terminarlo:
Un joven se alistó en el ejército y se portó con mucho valor, siendo siempre el primero en todas las batallas. Todo fue bien durante la guerra, pero en cuanto se hizo la paz, recibió la licencia y orden para marcharse donde le diera la gana. Habían muerto sus padres y no tenía casa, suplicó a sus hermanos que le admitiesen en la suya hasta que volviese a comenzar la guerra; pero tenían el corazón muy duro y le respondieron que no podían hacer nada por él, que no servía para nada y que debía salir adelante como mejor pudiese. El pobre diablo no poseía más que su fusil; se lo echó a la espalda y se marchó a la ventura.
Llegó a un desierto muy grande, en el que no se veía más que un círculo de árboles. Se sentó allí a la sombra, pensando con tristeza en su suerte.
-No tengo dinero, no he aprendido ningún oficio; mientras ha habido guerra he podido servir al rey, pero ahora que se ha hecho la paz no sirvo para nada; según voy viendo tengo que morirme de hambre.
Al mismo tiempo oyó ruido y levantando los ojos, distinguió delante de sí a un desconocido vestido de verde con un traje muy lujoso, pero con un horrible pie de caballo.
-Sé lo que necesitas -le dijo el extraño-, que es dinero; tendrás tanto como puedas desear, pero antes necesito saber si tienes miedo, pues no doy nada a los cobardes.
-Soldado y cobarde -respondió el joven- son dos palabras que no se han hermanado nunca. Puedes someterme a la prueba que quieras.
-Pues bien -repuso el forastero- mira detrás de ti.
El soldado se volvió y vio un enorme oso que iba a lanzarse sobre él dando horribles gruñidos.
-¡Ah! ¡ah! -exclamó- voy a romperte las narices y a quitarte las ganas de gruñir. -Y echándose el fusil a la cara, le dio un balazo en las narices y el oso cayó muerto en el acto.
-Veo -dijo el forastero- que no te falta valor, pero debes llenar además otras condiciones.
-Nada me detiene -replicó el soldado que veía bien con quién tenía que habérseles- siempre que no se comprometa mi salvación eterna.
-Tú juzgarás por ti mismo -le respondió el hombre-. Durante siete años no debes lavarte ni peinarte la barba ni el pelo, ni cortarte las uñas, ni rezar. Voy a darte un vestido y una capa que llevarás durante todo este tiempo. Si mueres en este intervalo me perteneces a mí, pero si vives más de los siete años, serás libre y rico para toda tu vida.
Los cuentos e historias de los hermanos Grimm pueden ser oscuras, pero siempre tienen una moraleja. Por eso nos siguen gustando sus cuentos hoy en día. Si te gusta este artículo suscríbete a mi página para recibir más información como esta. ¡Saludos!
Los Hermanos Grimm fueron dos académicos alemanes que publicaron cuentos populares y de hadas durante el siglo XIX. Su obra ha sido traducida a más de 160 idiomas y sus historias han sido adaptadas al teatro y a la pantalla en innumerables ocasiones. Uno de los cuentos que a mí más me gusta de los hermanos Grimm es: El hombre de la piel de oso.
Mucha gente tiene la idea de que los Hermanos Grimm son los que crearon estos cuentos, cómo: La Cenicienta, Caperucita Roja, La Bella Durmiente y Blancanieves. Lo que casi no se sabe; es que eran relatos orales tradicionales que junto con el autor Charles Perrault popularizaron y los llevaron a la escritura. Por eso existen dos versiones creadas por estos autores.
En esta pequeña biografía, te cuento que los hermanos Grimm son conocidos por su colección de cuentos infantiles. Nacieron en Hanau, Alemania, a finales del siglo XVIII. Su padre era abogado y su madre murió cuando eran jóvenes. Jacob y Wilhelm Grimm estudiaron en la Universidad de Marburgo, donde se interesaron por el estudio del folclore. Se formaron en la iglesia calvinista. En 1812, los hermanos Grimm empezaron a publicar una serie de cuentos que habían recogido de diversas tradiciones orales. Estos se hicieron muy populares y contribuyeron a que los Hermanos Grimm se convirtieran en las principales autoridades en materia de cuentos populares o cuentos de hadas.
Algunos cuentos de los hermanos Grimm famosos son: Blancanieves, Hansel y Gretel, y Cenicienta, entre otros. La obra de los hermanos Grimm ha tenido un impacto duradero en el mundo de la fantasía y en el mundo de los cuentos de hadas. Su obra ha sido adaptada en numerosas películas, programas de televisión y otros medios. Jacob y Wilhelm Grimm son dos de los narradores más famosos de la historia.
Jacob Grimm se caracterizaba por ser muy serio, mientras que Wilhelm era más divertido y extrovertido. Ambos eran grandes investigadores y trabajaban juntos para conseguir sus objetivos.
Los cuentos de los hermanos Grimm son bastante oscuros. Esto se debe probablemente al hecho de que los Grimm no trataban de escribir cuentos para niños; simplemente intentaban documentar la tradición oral de la narración de cuentos que tanto predominaba en su tiempo. No fue hasta más tarde que su obra se adaptó para el público más joven. Muchos sus historias se basaban en hechos reales o en personas de las que habían oído hablar en sus viajes.
Las versiones de los cuentos solían tener un final oscuro que reflejaban la sombría realidad de la vida en la Europa medieval como Hansel y Gretel que terminaba originalmente con los dos niños siendo cocinados y comidos por la bruja. No fue hasta más tarde que la historia se cambió para tener un final feliz. En Cenicienta, la malvada madrastra le corta los dedos de los pies a su hija para que le quede la zapatilla de cristal. Aunque estos finales pueden parecer extremos para los lectores modernos; servían de advertencia a los niños sobre los peligros que acechaban en el mundo que les rodeaba.
A pesar de la naturaleza oscura de sus cuentos, los cuentos de los Hermanos Grimm ayudaron a dar forma al mundo de la fantasía y que todas las personas recordemos con cariño cuentos como el de blancanieves hansel y gretel, que nos contaban en nuestro hogar cuando éramos chicos.
Este es uno de los cuentos que más me gusta de los hermanos Grimm, se los leí hace tiempo a mis alumnos y terminaron fascinados. Te dejo el inicio y espero que lo disfrutes. Si te atrae, búscalo en la red para terminarlo:
Un joven se alistó en el ejército y se portó con mucho valor, siendo siempre el primero en todas las batallas. Todo fue bien durante la guerra, pero en cuanto se hizo la paz, recibió la licencia y orden para marcharse donde le diera la gana. Habían muerto sus padres y no tenía casa, suplicó a sus hermanos que le admitiesen en la suya hasta que volviese a comenzar la guerra; pero tenían el corazón muy duro y le respondieron que no podían hacer nada por él, que no servía para nada y que debía salir adelante como mejor pudiese. El pobre diablo no poseía más que su fusil; se lo echó a la espalda y se marchó a la ventura.
Llegó a un desierto muy grande, en el que no se veía más que un círculo de árboles. Se sentó allí a la sombra, pensando con tristeza en su suerte.
-No tengo dinero, no he aprendido ningún oficio; mientras ha habido guerra he podido servir al rey, pero ahora que se ha hecho la paz no sirvo para nada; según voy viendo tengo que morirme de hambre.
Al mismo tiempo oyó ruido y levantando los ojos, distinguió delante de sí a un desconocido vestido de verde con un traje muy lujoso, pero con un horrible pie de caballo.
-Sé lo que necesitas -le dijo el extraño-, que es dinero; tendrás tanto como puedas desear, pero antes necesito saber si tienes miedo, pues no doy nada a los cobardes.
-Soldado y cobarde -respondió el joven- son dos palabras que no se han hermanado nunca. Puedes someterme a la prueba que quieras.
-Pues bien -repuso el forastero- mira detrás de ti.
El soldado se volvió y vio un enorme oso que iba a lanzarse sobre él dando horribles gruñidos.
-¡Ah! ¡ah! -exclamó- voy a romperte las narices y a quitarte las ganas de gruñir. -Y echándose el fusil a la cara, le dio un balazo en las narices y el oso cayó muerto en el acto.
-Veo -dijo el forastero- que no te falta valor, pero debes llenar además otras condiciones.
-Nada me detiene -replicó el soldado que veía bien con quién tenía que habérseles- siempre que no se comprometa mi salvación eterna.
-Tú juzgarás por ti mismo -le respondió el hombre-. Durante siete años no debes lavarte ni peinarte la barba ni el pelo, ni cortarte las uñas, ni rezar. Voy a darte un vestido y una capa que llevarás durante todo este tiempo. Si mueres en este intervalo me perteneces a mí, pero si vives más de los siete años, serás libre y rico para toda tu vida.
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