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Uno de los temas que me interesa y me preocupa es el cambio climático, desde que estaba muy joven este tópico daba vueltas en mi cabeza; de hecho, mi primer intento de novela hablaba de esto y tenía un final desolador donde la raza humana se extinguía. Hoy en día pienso diferente, creo que hay mucha gente que esta ayudando a que esto no pase y aunque falta mucho por hacer, cada día se suman más personas conscientes.
En la universidad me gané el derecho de ir con un profesor que estaba haciendo un documental de una isla en el estado de Quintana Roo, la cual iba a desaparecer por el cambio climático, algo catastrófico. Sin embargo, siempre había deseado conocer investigaciones importantes, me sentí como en una película.
Aún me da risa que al subirme al helicóptero casi se me olvidan los casetes de grabación y en el aire por la presión me quedé completamente dormida, lo bueno fue que me desperté antes de que terminara el viaje y pude ver los hermosos manglares que pintaban de rojo la orilla del océano y si no mal recuerdo esto sucedía porque estaban en proceso de descomposición, pero se veía hermoso. Ellos me explicaron a detalle cómo la isla iba a desaparecer y me sentí triste. De ese tema salió mi primer intento de novela.
Todos estos recuerdos me llegaron porque ayer mientras iba en el carro y vi el pavimento dije: es una aberración, y mi marido respondió: ¿qué? Le contesté que cómo era posible que en vez de tener pasto como calle tengamos cemento gris que lo único que hace es ayudar al incremento de la temperatura en el planeta. En esta plática me comentó que China está creando eco ciudades como la de Tianjin. Y al revisar la información me enteré de que fue creada en una tierra desolada donde existían desechos y agua tóxica, ahora se ha vuelto la primera ciudad sostenible según sus arquitectos. Mucha gente crea pequeñas aldeas sustentables y eso es muy bueno, pero hacer ciudades completamente sostenibles es el reto de la humanidad.
Tristemente esas ciudades son para la gente de clase social alta, el reto será que todos tengan derecho a vivir de esta manera. Nos hemos dado cuenta de que los recursos no son eternos y que si no cuidamos el planeta no podremos sobrevivir. Me acordé de la película de Demolition Man de 1993. En esta cinta se habla de una ciudad utópica para algunos, porque los pobres están exiliados. Queremos un mundo mejor para todos, no solo para algunos.
Entonces me imaginaba ciudades completamente ecológicas, dónde no hubiese pavimento y en vez de eso existiese pasto hermosamente verde. También poetizaba con que los autos pudiesen volar con energía sustentable y que los materiales de las construcciones no dañaran el ambiente. Fantaseaba con poder vivir en los árboles como los Ewoks o como los hobbits, respetando nuestro entorno. Hoy en día esto puede ser inimaginable y más con todo lo que esta sucediendo, pero hay que visualizarlo con fuerza y entrar en acción para que todo esta suceda y no se convierta en un mundo caótico para las futuras generaciones.
No sabemos qué pasa después de la muerte, y si la reencarnación es cierta, ¿qué preferirías volver a un planeta apocalíptico o un planeta más apegado a lo utópico?
Uno de los temas que me interesa y me preocupa es el cambio climático, desde que estaba muy joven este tópico daba vueltas en mi cabeza; de hecho, mi primer intento de novela hablaba de esto y tenía un final desolador donde la raza humana se extinguía. Hoy en día pienso diferente, creo que hay mucha gente que esta ayudando a que esto no pase y aunque falta mucho por hacer, cada día se suman más personas conscientes.
En la universidad me gané el derecho de ir con un profesor que estaba haciendo un documental de una isla en el estado de Quintana Roo, la cual iba a desaparecer por el cambio climático, algo catastrófico. Sin embargo, siempre había deseado conocer investigaciones importantes, me sentí como en una película.
Aún me da risa que al subirme al helicóptero casi se me olvidan los casetes de grabación y en el aire por la presión me quedé completamente dormida, lo bueno fue que me desperté antes de que terminara el viaje y pude ver los hermosos manglares que pintaban de rojo la orilla del océano y si no mal recuerdo esto sucedía porque estaban en proceso de descomposición, pero se veía hermoso. Ellos me explicaron a detalle cómo la isla iba a desaparecer y me sentí triste. De ese tema salió mi primer intento de novela.
Todos estos recuerdos me llegaron porque ayer mientras iba en el carro y vi el pavimento dije: es una aberración, y mi marido respondió: ¿qué? Le contesté que cómo era posible que en vez de tener pasto como calle tengamos cemento gris que lo único que hace es ayudar al incremento de la temperatura en el planeta. En esta plática me comentó que China está creando eco ciudades como la de Tianjin. Y al revisar la información me enteré de que fue creada en una tierra desolada donde existían desechos y agua tóxica, ahora se ha vuelto la primera ciudad sostenible según sus arquitectos. Mucha gente crea pequeñas aldeas sustentables y eso es muy bueno, pero hacer ciudades completamente sostenibles es el reto de la humanidad.
Tristemente esas ciudades son para la gente de clase social alta, el reto será que todos tengan derecho a vivir de esta manera. Nos hemos dado cuenta de que los recursos no son eternos y que si no cuidamos el planeta no podremos sobrevivir. Me acordé de la película de Demolition Man de 1993. En esta cinta se habla de una ciudad utópica para algunos, porque los pobres están exiliados. Queremos un mundo mejor para todos, no solo para algunos.
Entonces me imaginaba ciudades completamente ecológicas, dónde no hubiese pavimento y en vez de eso existiese pasto hermosamente verde. También poetizaba con que los autos pudiesen volar con energía sustentable y que los materiales de las construcciones no dañaran el ambiente. Fantaseaba con poder vivir en los árboles como los Ewoks o como los hobbits, respetando nuestro entorno. Hoy en día esto puede ser inimaginable y más con todo lo que esta sucediendo, pero hay que visualizarlo con fuerza y entrar en acción para que todo esta suceda y no se convierta en un mundo caótico para las futuras generaciones.
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