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Me encantan los punks y este subgénero nace del cyberpunk conocido con el nombre de Biopunk.
Este habla de la manipulación constante de la genética y los estragos que esto conlleva. Los escritores analizan a los hombres como seres inteligentes que creen tener el control en sus manos, pero están totalmente equivocados.
En el biopunk, la preocupación ya no gira tanto sobre el peso de la revolución informática en la vida cotidiana, característica de novelas cyberpunk como Neuromante(Gibson, 1984) y películas como Blade Runner(Ridley Scott, 1982), sino en torno a los alcances de la manipulación genética. Esta manipulación alcanza a los individuos, y también a la flora y la fauna. La distopía está teñida de amenazas relacionadas con el cambio climático, con un mundo de ecosistemas desequilibrados por la acción del hombre. Paz Soldán, E. (2012).
Al igual que todos los punks habla de eventos catastróficos, sólo que este es a nivel genético. Los humanos al creerse dios no se dan cuenta de que algo esta mal, afectando a la población y a veces al planeta entero.
Un ejemplo claro es la clonación, recuerdas todo lo que se hablaba de este tema. La clonación es un proceso mediante el cual, de manera no sexual, se obtienen dos células, moléculas u organismos idénticos ya desarrollados. Los clones son copias exactas a la persona/individuo clonado.
En las historias los clones tienen los mismos recuerdos que los originales y por eso entran en conflictos existenciales como en la película The Island del director Micahel Bay. Al jugar genéticamente puedes crear seres perfectos, fuertes e invencibles. Puedes mezclar la genética de los animales con los humanos, una loca e inevitable idea que creó La Isla del Dr. Monroe del autor H.G Wells. Imagínate traer de vuelta a los dinosaurios con fines económicos, como Jurassic Park de Michael Crichton.
Estos mundos están situados en el presente o en el futuro. Realmente no es tan específico cómo el cyberpunk que habla del futuro y enfatiza la tecnología informática. Pero qué aterrador pensar que el Biopunk puede suceder en un mañana o peor aún que puedes tener un clon y no te has dado cuenta. Como todos los mundos punk sirven de advertencia, y algunas de las preguntas que surgen son: ¿qué sucederá con las investigaciones de la ciencia, hacia dónde nos llevará?, ¿de verdad esas innovaciones nos ayudarán a desarrollarnos, a evolucionar como individuos? O esa innovación genética será nuestra perdición.
Los límites de la ciencia se pierden cuando se habla de poder y dinero. Si estos dos factores entran de por medio nadie detendrá lo que podría suceder. Así que investiga estos mundos que se han convertido en moda en la salas cinematográficas.
Me encantan los punks y este subgénero nace del cyberpunk conocido con el nombre de Biopunk.
Este habla de la manipulación constante de la genética y los estragos que esto conlleva. Los escritores analizan a los hombres como seres inteligentes que creen tener el control en sus manos, pero están totalmente equivocados.
En el biopunk, la preocupación ya no gira tanto sobre el peso de la revolución informática en la vida cotidiana, característica de novelas cyberpunk como Neuromante(Gibson, 1984) y películas como Blade Runner(Ridley Scott, 1982), sino en torno a los alcances de la manipulación genética. Esta manipulación alcanza a los individuos, y también a la flora y la fauna. La distopía está teñida de amenazas relacionadas con el cambio climático, con un mundo de ecosistemas desequilibrados por la acción del hombre. Paz Soldán, E. (2012).
Al igual que todos los punks habla de eventos catastróficos, sólo que este es a nivel genético. Los humanos al creerse dios no se dan cuenta de que algo esta mal, afectando a la población y a veces al planeta entero.
Un ejemplo claro es la clonación, recuerdas todo lo que se hablaba de este tema. La clonación es un proceso mediante el cual, de manera no sexual, se obtienen dos células, moléculas u organismos idénticos ya desarrollados. Los clones son copias exactas a la persona/individuo clonado.
En las historias los clones tienen los mismos recuerdos que los originales y por eso entran en conflictos existenciales como en la película The Island del director Micahel Bay. Al jugar genéticamente puedes crear seres perfectos, fuertes e invencibles. Puedes mezclar la genética de los animales con los humanos, una loca e inevitable idea que creó La Isla del Dr. Monroe del autor H.G Wells. Imagínate traer de vuelta a los dinosaurios con fines económicos, como Jurassic Park de Michael Crichton.
Estos mundos están situados en el presente o en el futuro. Realmente no es tan específico cómo el cyberpunk que habla del futuro y enfatiza la tecnología informática. Pero qué aterrador pensar que el Biopunk puede suceder en un mañana o peor aún que puedes tener un clon y no te has dado cuenta. Como todos los mundos punk sirven de advertencia, y algunas de las preguntas que surgen son: ¿qué sucederá con las investigaciones de la ciencia, hacia dónde nos llevará?, ¿de verdad esas innovaciones nos ayudarán a desarrollarnos, a evolucionar como individuos? O esa innovación genética será nuestra perdición.
Los límites de la ciencia se pierden cuando se habla de poder y dinero. Si estos dos factores entran de por medio nadie detendrá lo que podría suceder. Así que investiga estos mundos que se han convertido en moda en la salas cinematográficas.
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