Has notado que la mitología mexicana es difícil de rastrear, a diferencia de la mitología griega, que sigue una narrativa lineal de principio a fin. La mitología mexicana no se presenta de esta manera debido a que las culturas prehispánicas se asentaron en diversas regiones de México. Civilizaciones como los aztecas desarrollaron su propiacosmovisión, una interpretación del mundo que, en ese momento, carecía de explicación. Esta es la razón por la que existen múltiples versiones sobre la creación del universo y la concepción de los dioses, las cuales varían según lacultura.
Para ilustrar esto, considera quelos mayas ocuparon el sureste de México, incluyendo la península de Yucatán, Chiapas y Tabasco, alcanzando su apogeo entre los años 250 y 900 d.C. Por otro lado, los aztecas se establecieron en el valle central de México alrededor del año 1215 y fundaron su capital, Tenochtitlán, en 1325. Los olmecas, considerados la "cultura madre" de Mesoamérica, florecieron entre 1200 y 400 a.C. La civilización teotihuacana prosperó entre 100 a.C. y 550d.C., con la ciudad de Teotihuacán como su principal centro. Los toltecas establecieron un estado militar en Tula alrededor del siglo X d.C., mientras que los zapotecas desarrollaron su cultura en la región de Oaxaca, con su centro principal en Monte Albán.
Además de estas, existieron otras culturas significativas como los mixtecas, los totonacas y los purépechas, entre otros.
Imagínate que cada civilización poseía esa imaginación y necesidad de explicar fenómenos que parecían carecer de razón. Cada una lo hacía a través de su propia cosmovisión, lo cual es un reflejo de la diversidad y el sincretismo cultural. La narrativa no es lineal; por el contrario, se complica aún más con la existencia de tantas civilizaciones en nuestras tierras. La llegada de los españoles y la colonización propició un sincretismo entre las creencias indígenas y lareligión católica, dando lugar a una mitología única y compleja. Esto resaltala labor incansable de aquellos autores que se dedican a recopilar y preservar esta rica cultura, trayendo a nuestro alcance mitos y leyendas como los de la talentosa autora Carmen Leñero.
Carmen Leñero es una destacada escritora e investigadora que se ha propuesto rescatar esos "monstruos enterrados": figuras míticas de la herencia mexicana que ha traído a la luz, otorgándoles un propósito significativo a través de sus palabras y su escritura. Nacida en 1959, Leñero ha sido prolífica en su trayectoria literaria, abarcando diversos géneros como la poesía, el ensayo, la narrativa y la literatura infantil.
Con un doctorado en su haber, Leñero se ha desempeñado como investigadora, y su versatilidad la convierte en un verdadero "estuche de monerías" en el campo literario. Ha recibido varios premios, entre ellos el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer y el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada, lo que subraya su impacto y relevancia en la literatura mexicana contemporánea.
Además, ha sido distinguida con dos reconocimientos internacionales y fue nominada al prestigioso Premio de Literatura en Memoria de Astrid Lindgren (ALMA).
Ha publicado 21 libros, sus obras han aparecido en diversas revistas y suplementos literarios de renombre, tanto nacionales como internacionales.
Una de sus obras más reconocidas, y que yo amo, es “Monstruos mexicanos”, que es una coleccion de relatos sobre criaturas fantásticas del folclore mexicano. Este libro es grandioso porque combina el folcore, con la narrativa y las creaciones de Leñero, que resuenan en lectores de todas las edades. Estas historias son tan inmersivas que parecen reales y te motivan a compartirlas con el mundo. De hecho, hice un video en TikTok donde hablé de la Bruja Mexicana tal y como la describe Leñero, ¡y se hizo viral! Llegó a muchísima gente. Esta bruja mexicana de la que se habla en los pueblos—mi mamá siempre menciona que cuando truena y las fogatas chispean, una bruja vuela cerca del lugar— es, para mí, aterradora, y la historia que construye Leñero también lo es.
Desde un Waay Chivo, de origen maya, también conocido como Chivo Brujo, hasta el Espanto de la Media noche y, en tiempos recientes, el Chupacabras, las criaturas del folclore mexicano son fascinantes y aterradoras. Se dice que, si te aventuras en los montes cercanos, podrías encontrarte con él.
El Waay Chivo tiene cuerpo humano, pero cabeza y piernas de chivo, similar a un "macho cabrío" en dos patas, una imagen típica del diablo. Es de color negro y posee grandes cuernos retorcidos, piernas fuertes y peligrosas garras. Luce largas barbas y un pecho velludo. Sus ojos, rojos y centelleantes, tienen una mirada desorbitada. Posee inteligencia humana, una fuerza descomunal y se mueve a velocidades asombrosas, desatando violentos remolinos a su paso. Lo envuelve una nube de intenso frío y emite espantosos gemidos, carcajadas estruendosas e insultos. Sacia su sed con sangre de cabra. Es extremadamente maligno, odia la luz y adora la oscuridad.
Su misión es castigar a loshombres por sus pecados y devorar humanos, en especial niños. Suele escalar altos muros, aterrorizando a todos con su sombra gigantesca. Quema la boca de quienes delatan sus fechorías o pronuncian su nombre. Hace perder la razón o enfermar de altas fiebres a quienes intentan atacarlo.
Para acabar con el Waay Chivo, se dice que debes destruir las partes del cuerpo que el brujo deja en casa cuando se transforma.
Como el Nahual, que ronda las noches acechando a sus presas y tiene origen azteca, tolteca, mixe, maya, tarahumara, yaqui, entre otros. El término "Nahual" proviene de "nahualli", que en náhuatl significa "doble". Estos nahuales son brujos y chamanes que tienen la habilidad de transformarse en animales.
El Nahual puede aparecerse en cualquier zona del país, pues su hogar reside en el corazón de los humanos.
Esta criatura es mitad humana y mitad bestia; es el espíritu secreto de cualquier ser humano, aunque generalmente se trata de un brujo que se transforma por las noches en animal, a menudo un perro negro o un jaguar. Se alimenta de ganado y de la sangre de niños, pero su principal sustento son los miedos, deseos y odios de las personas. Tiene los ojos fulgurantes y rojizos, y emite risotadas o gruñidos aterradores. Es burlón, furtivo y salvaje.
Su misión es ser guardaespaldas de su "doble", vengador, terrorista nocturno y "roba-chicos". Tiene el poder de metamorfosearse, hipnotizar, hechizar, causar enfermedades y la muerte. El antídoto, según la creencia popular, es quemar las partes del cuerpo que el brujo deja atrás cuando se transforma.
Sinsimito o Sinsimite, nombre proveniente del maya, pero derivado de la palabra náhuatl "Tzitzimitl", que significa "el demonio", es una criatura que se encuentra en cuevas profundas en las montañas, cerca de bosques y selvas, aunque también deambula por las noches alrededor de los poblados.
Se describe como un gorila con rasgos humanos y rostro de hombre o de mujer. Posee una larga cabellera y un cuerpo cubierto de pelo café oscuro, similar al de un oso. Sus pies son grandes y al revés, dejando huellas que duplican el tamaño de una huella humana y avanzan en sentido inverso a los movimientos de la bestia. Los dedos de sus pies están separados y torcidos hacia atrás, lo que le impide moverse en círculo o correr. Se desplaza a saltos, apoyándose en un tronco de árbol a manera de bastón. Es muy musculoso, pero carece de coyunturas, por lo que no puede acostarse y debe dormir de pie. Tiene la cabeza volteada respecto del cuerpo, así que mira en dirección contraria a sus pasos. Teme al agua. Se alimenta de frutas silvestres, cenizas de las hogueras y carne humana. Emite un ronco jadeo, como un trueno, y lanza gritos que atraviesan la selva. Es feroz, irracional, lascivo, rebelde y furtivo.
Su misión es custodiar las montañas, aterrorizar a la gente, matar a los hombres y secuestrar mujeres, a quienes alarga la vida. A pesar de ser una bestia, sabe hablar en lengua maya y es inmune a las balas y las flechas.
Para eliminarlo, se dice que debes encender fuego a su larga cabellera, bailar desnudo o en círculo, meterse al agua o hacerse acompañar de un perro.
Desde los pequeños, pero no por ello inofensivos, Aluxes, Chaneques y Guajes, seres de origen maya, nahua, totonaca y mixe, respectivamente. Los Aluxes (en maya), Chaneques (cuyo nombre en náhuatl significa "hijos de Chane") y Guajes (en mixe) son nuestros equivalentes a los duendes del bosque en otras mitologías: espíritus de los antepasados y espíritus de la tierra.
Se les puede encontrar en cualquier lugar escondido de las selvas y bosques, pero suelen rondar las milpas y las ruinas prehispánicas.
Tienen figura humana de pequeña estatura, cuerpo deforme, enorme cabeza y cara de anciano. Algunos están cubiertos de granos. Sus orejas son desproporcionadamente grandes para escuchar a distancia, o solo tienen una oreja izquierda. Sus pies están al revés. Pueden ser invisibles, transparentes, o bien de color blanco o chocolate. Están hechos de viento y provocan fuertes tolvaneras. Se alimentan de miel, tabaco, pozole, golosinas, licor de saka', aves de corral, pero también de almas humanas. En general, son ágiles, escurridizos, escandalosos, glotones, malvados y bromistas, pero también pueden ser viciosos, iracundos, destructivos y extremadamente agresivos. Emiten gritos y silbidos espeluznantes.
Protegen los cultivos y vigilan las ruinas. Son rufianes del camino, espanta-gentes, ocultadores de objetos y secuestradores. Algunos tienen el poder de convertirse en tigres, devoran a las mujeres y comen a los hombres a lengüetazos. Pueden hechizar ("alumbrar") el alma de niños y viajeros, provocando escalofríos, calenturas y enfermedades como "la pérdida del alma" o "el espanto del chaneque". Para mantenerlos tranquilos, es necesario ponerles ofrendas constantemente, usarla ropa al revés y portar amuletos como ojos de venado, collares de nueces y piedras de río.
Waay Pop, de origen maya, cuyo nombre proviene de Waay ("espíritu") y Pop ("petate"), es una criatura impresionante. Tiene un pariente aún más formidable: el hijo del monstruo Kaskabal, hermano de los Waay y primo del pájaro demoníaco Mesa-hol.
Si te atreves a buscarlo, lo encontrarás en los montes, campos y praderas. Se le ha visto en Maxcanú, en Yaxcabá y cerca del cenote sagrado de Chichén Itzá.
A veces se presenta como un hombre gigante con cabeza de ave de rapiña; otras veces, como un siniestro pájaro carnicero. Su cuerpo es de color negro y tiene alas de petate, revestidas de filosas navajas de pedernal, así como garras gigantescas. Posee una fuerza física descomunal y produce un gran bullicio con su aleteo. Es sanguinario, astuto, corrupto y cruel.
Su objetivo es ser exterminador, cazador aéreo, secuestrador y devorador de seres humanos vivos. Es un farsante experto, contrabandista de sustancias tóxicas y vendedor de esclavos.
Si quieres atraparlo, debes hacerlo en pleno vuelo y quemarlo en una hoguera.
Una serpiente de fuego, ¿has escuchado algo similar? De origen Mixe, su nombre es Coo Ñu'un, que en lengua mixteca proviene de "Coo" (serpiente) y "ñu'un" (fuego).
Es la hija de Quetzalcóatl, la "Serpiente Emplumada" de los nahuas; hermana de Coo Dzahui, también llamada "Nueve Viento" o "Serpiente de la Lluvia y el Huracán" por los mixtecos; sobrina de Kukulcán, la serpiente sagrada de los mayas; prima de Xiuhcóatl, la "Serpiente de Fuego" de los aztecas, y sobrina de muchas otras serpientes divinas de Mesoamérica. Se le encuentra en regiones montañosas.
Tiene cuerpo de langosta y cabeza de serpiente, pero emplumada; sus cuatro patas terminan en garras, y su cola tiene forma de una mecha que, al incendiarse, le proporciona propulsión ígnea. Es astuta, fulminante y versátil. Se alimenta de los deseos y ambiciones de los hombres.
Su misión es ser mensajera entre el cielo, el mar y la tierra, ser nahual y asistente de los dioses, buscadora de tesoros y dispensadora de dones. Tiene el poder de transformarse en estrella fugaz, de bucear en el mar y de incendiar a quien la mire.
Tukákame o Tikakame, que en lengua huichol significa "el diablo", también conocido como demonio necrófago, Luna-araña, y Señor del inframundo.
Es nieto de Utsa (araña-ogro de gran cabellera, diosa del inframundo que devora a los muertos); hijo adoptivo de la diosa Takutsi Nakawe en su versión perversa; primo de los "pájaros de la muerte" y los "pájaros metate" carroñeros, y pariente lejano de todos los vampiros que existen.
Vaga en el inframundo, pero suele rondar el desierto de Wirikuta durante la luna nueva y se aparece en las alucinaciones producidas por el hongo del peyote.
Tiene cuerpo humano, pero a veces es un simple esqueleto o adquiere la figura de un lobo. Es de color negro con rayas blancas y siempre está manchado de sangre. Tiene la cara pintarrajeada como una máscara, con puntos blancos asquerosos. Posee alas de zopilote o de murciélago. Lleva cuernos en la cabeza, como un diablo, y el pelo muy desordenado. El borde de sus orejas es como una sierra. Tiene saltada la bola del ojo y su corazón es un perico. De su cintura cuelgan huesos de cadáveres que producen un escalofriante ruido de maracas. Es extremadamente sucio y pestilente, pues se alimenta de carne humana putrefacta. Odia el agua y por eso nunca la bebe ni se baña. Es malévolo, voraz, envidioso, meticuloso e hipócrita. Sus mascotas son esqueletos vivientes de animales, y vive rodeado de los "pájaros de la muerte".
Su misión es gobernar el inframundo, ser caníbal y carroñero, chupa huesos, limpiar cadáveres y raptar almas. Tiene el poder de provocar demencia y de usar como arma los "cinco grandes fuegos", alimentados con sangre de sus víctimas.
Para matarlo, es necesario quemarlo para que se convierta en agua o correr a refugiarse en el pantano sagrado, lejos del desierto.
Tsukán, cuyo nombre proviene delas palabras mayas Ts’u’uts: “chupar”, y kan: “culebra”, también es conocida como Hapaikán, que significa “serpiente chupadora”.
Es nieta de Pitón, la antigua serpiente de la mitología griega; hija de la serpiente sagrada Kukulcán, y de Chaak, Dios del agua y la lluvia; también hermana de la serpiente Chayilkán, que chupa la leche de los pechos de las madres cuando están amamantando, mientras introduce la punta de su cola en la boca del niño para adormecerlo.
Se le encuentra en las grutas, cenotes y pozos de Yucatán, pero se muda al mar cuando envejece. Su cuerpo es enorme y tan grueso como un tronco. Es de color verde con puntos negros. Tieneuna gran cabeza con crines, ojos de caballo y alas de murciélago gigantes. Sualiento es caliente y poderoso, y cuando surca el cielo desprende un fulgor rojizo. Tiene muy mal carácter. Es rebelde y huidiza como el aire, de modo que muy pocos tienen la capacidad perceptiva o espiritual para verla.
Custodia las aguas de los cenotes y pozos, así como los tesoros ocultos en las cuevas. Tiene el poder de una gran aspiradora, con el que chupa a todas las presas voladoras que se acercan a su cueva. Causa parálisis en las piernas, altas fiebres e incluso la muerte a quienes tienen la desgracia de encontrarse con ella. No solo tiene el poder de cambiar de piel como todas las serpientes, sino de transformarse y resucitar. Por lo tanto, nada puede aniquilarla: es inmortal.
Esta es mi consentida: Las Bolas de Fuego, o simplemente Brujas, Aichipopos, que en náhuatl quiere decir “doncellas”. Otros apodos incluyen: Pájaros maléficos y Mujeres-guajolote. Son descendientes de la maga azteca Mometzcopinqui y del mago Tlacatecólotl; ahijadas del dios Tezcatlipoca y primas de todas las brujas que han existido, tanto en América como en otros lugares.
En el siglo XX han sido vistas como “Bolas de fuego”. Surcan el cielo, saltan de cerro en cerro y acechan sobre los tejados en muchas zonas del país.
En su forma original, son mujeres (jóvenes y hermosas, o ancianas y horribles), pero se aparecen como inmensas aves negras o como bolas de lumbre que caen del cielo, igual que los meteoritos. Tienen patas de guajolote, pico puntiagudo y una lengua larguísima para chupar la sangre de los recién nacidos. Sus ojos son rojos y llameantes y poseen un corazón de agua. Son farsantes, pues tienen doble personalidad. Son fogosas, exhibicionistas, escurridizas y vengativas.
Actúan como asistentes personales del Diablo, secuestrando almas para el infierno y engañando a los hombres. Tienen el poder de metamorfosearse en ave, bola de fuego o bellísima mujer, así como de hacer maleficios y de colarse por cualquier sitio como el humo.
Para matarlas, se recomienda colocar en casa crucifijos, palanganas de agua, espejos y objetos al revés; quemar las partes del cuerpo que se quitaron para transformarse; lazarlas cuando son “Bolas de fuego”, o conjurarlas, rezando con palabras pronunciadasde atrás para adelante.
Y, por último, la Serpiente de Siete Cabezas de origen Mixe. Es hija de la "Diosa serpiente flor de siete cabezas" (de la cultura chatina); ahijada del Dios del viento negro y del Dios de la lluvia; nieta de la antiquísima "Hidra"; prima de la "Serpiente de siete cabezas" de los yaquis, de la "Serpiente nocturna" de los coras y de las "Serpientes con cuernos" de los huaves y los tzotziles. Es hermana melliza del heroico y sagrado Rey Kondoy.
Vive en cuevas, zanjas, túneles subterráneos y cauces de los ríos; ya vieja, se muda al mar. Permanece petrificada en Coatlán, pero se le ha visto en Oaxaca, Morelos y San Luis Potosí.
Nació de un huevo de la Serpiente Madre. Es una culebra de enorme tamaño con cuernos. Es de color negro cuando joven, y rojo cuando madura. Posee siete largos cuellos, con sus respectivas cabezas, y una cola puntiaguda como cuchillo. A veces aparece con patas de cocodrilo, garras y trompa. Es perezosa, glotona, agresiva, feroz, asesina, devastadora e impredecible.
Su misión es ocasionar temblores y derrumbes, construir barrancos y cuidar tesoros marinos. Tiene el poder de dominar las aguas, transformarse en huracán y causar inundaciones, naufragios y ahogamientos.
Para evitar sus desastres, se recomienda pedir clemencia a las divinidades que la protegen: El Señor de la Lluvia y El Señor del Viento Negro; cortarle cada una de sus siete cabezas, lo cual solo puede lograrse si se poseen poderes sobrenaturales, o hacer que coma mucho para que se amodorre y pierda su agilidad por un tiempo.
En resumen, la mitología mexicana es un tapiz rico y diverso, tejido con las creencias y cosmovisiones de múltiples culturas prehispánicas y enriquecido por el sincretismo con la religión católica durante la colonización. Criaturas como el Waay Chivo, el Nahual, los Aluxes y la Serpiente de Siete Cabezas, entre otros, reflejan la imaginación y el intento de nuestros antepasados por explicar el mundo que los rodeaba. Autoras como Carmen Leñero han contribuido a rescatar estos mitos y leyendas, dándoles una nueva vida y permitiendo que sigan resonando en la cultura contemporánea.
Has notado que la mitología mexicana es difícil de rastrear, a diferencia de la mitología griega, que sigue una narrativa lineal de principio a fin. La mitología mexicana no se presenta de esta manera debido a que las culturas prehispánicas se asentaron en diversas regiones de México. Civilizaciones como los aztecas desarrollaron su propiacosmovisión, una interpretación del mundo que, en ese momento, carecía de explicación. Esta es la razón por la que existen múltiples versiones sobre la creación del universo y la concepción de los dioses, las cuales varían según lacultura.
Para ilustrar esto, considera quelos mayas ocuparon el sureste de México, incluyendo la península de Yucatán, Chiapas y Tabasco, alcanzando su apogeo entre los años 250 y 900 d.C. Por otro lado, los aztecas se establecieron en el valle central de México alrededor del año 1215 y fundaron su capital, Tenochtitlán, en 1325. Los olmecas, considerados la "cultura madre" de Mesoamérica, florecieron entre 1200 y 400 a.C. La civilización teotihuacana prosperó entre 100 a.C. y 550d.C., con la ciudad de Teotihuacán como su principal centro. Los toltecas establecieron un estado militar en Tula alrededor del siglo X d.C., mientras que los zapotecas desarrollaron su cultura en la región de Oaxaca, con su centro principal en Monte Albán.
Además de estas, existieron otras culturas significativas como los mixtecas, los totonacas y los purépechas, entre otros.
Imagínate que cada civilización poseía esa imaginación y necesidad de explicar fenómenos que parecían carecer de razón. Cada una lo hacía a través de su propia cosmovisión, lo cual es un reflejo de la diversidad y el sincretismo cultural. La narrativa no es lineal; por el contrario, se complica aún más con la existencia de tantas civilizaciones en nuestras tierras. La llegada de los españoles y la colonización propició un sincretismo entre las creencias indígenas y lareligión católica, dando lugar a una mitología única y compleja. Esto resaltala labor incansable de aquellos autores que se dedican a recopilar y preservar esta rica cultura, trayendo a nuestro alcance mitos y leyendas como los de la talentosa autora Carmen Leñero.
Carmen Leñero es una destacada escritora e investigadora que se ha propuesto rescatar esos "monstruos enterrados": figuras míticas de la herencia mexicana que ha traído a la luz, otorgándoles un propósito significativo a través de sus palabras y su escritura. Nacida en 1959, Leñero ha sido prolífica en su trayectoria literaria, abarcando diversos géneros como la poesía, el ensayo, la narrativa y la literatura infantil.
Con un doctorado en su haber, Leñero se ha desempeñado como investigadora, y su versatilidad la convierte en un verdadero "estuche de monerías" en el campo literario. Ha recibido varios premios, entre ellos el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer y el Premio Nacional de Cuento Infantil Juan de la Cabada, lo que subraya su impacto y relevancia en la literatura mexicana contemporánea.
Además, ha sido distinguida con dos reconocimientos internacionales y fue nominada al prestigioso Premio de Literatura en Memoria de Astrid Lindgren (ALMA).
Ha publicado 21 libros, sus obras han aparecido en diversas revistas y suplementos literarios de renombre, tanto nacionales como internacionales.
Una de sus obras más reconocidas, y que yo amo, es “Monstruos mexicanos”, que es una coleccion de relatos sobre criaturas fantásticas del folclore mexicano. Este libro es grandioso porque combina el folcore, con la narrativa y las creaciones de Leñero, que resuenan en lectores de todas las edades. Estas historias son tan inmersivas que parecen reales y te motivan a compartirlas con el mundo. De hecho, hice un video en TikTok donde hablé de la Bruja Mexicana tal y como la describe Leñero, ¡y se hizo viral! Llegó a muchísima gente. Esta bruja mexicana de la que se habla en los pueblos—mi mamá siempre menciona que cuando truena y las fogatas chispean, una bruja vuela cerca del lugar— es, para mí, aterradora, y la historia que construye Leñero también lo es.
Desde un Waay Chivo, de origen maya, también conocido como Chivo Brujo, hasta el Espanto de la Media noche y, en tiempos recientes, el Chupacabras, las criaturas del folclore mexicano son fascinantes y aterradoras. Se dice que, si te aventuras en los montes cercanos, podrías encontrarte con él.
El Waay Chivo tiene cuerpo humano, pero cabeza y piernas de chivo, similar a un "macho cabrío" en dos patas, una imagen típica del diablo. Es de color negro y posee grandes cuernos retorcidos, piernas fuertes y peligrosas garras. Luce largas barbas y un pecho velludo. Sus ojos, rojos y centelleantes, tienen una mirada desorbitada. Posee inteligencia humana, una fuerza descomunal y se mueve a velocidades asombrosas, desatando violentos remolinos a su paso. Lo envuelve una nube de intenso frío y emite espantosos gemidos, carcajadas estruendosas e insultos. Sacia su sed con sangre de cabra. Es extremadamente maligno, odia la luz y adora la oscuridad.
Su misión es castigar a loshombres por sus pecados y devorar humanos, en especial niños. Suele escalar altos muros, aterrorizando a todos con su sombra gigantesca. Quema la boca de quienes delatan sus fechorías o pronuncian su nombre. Hace perder la razón o enfermar de altas fiebres a quienes intentan atacarlo.
Para acabar con el Waay Chivo, se dice que debes destruir las partes del cuerpo que el brujo deja en casa cuando se transforma.
Como el Nahual, que ronda las noches acechando a sus presas y tiene origen azteca, tolteca, mixe, maya, tarahumara, yaqui, entre otros. El término "Nahual" proviene de "nahualli", que en náhuatl significa "doble". Estos nahuales son brujos y chamanes que tienen la habilidad de transformarse en animales.
El Nahual puede aparecerse en cualquier zona del país, pues su hogar reside en el corazón de los humanos.
Esta criatura es mitad humana y mitad bestia; es el espíritu secreto de cualquier ser humano, aunque generalmente se trata de un brujo que se transforma por las noches en animal, a menudo un perro negro o un jaguar. Se alimenta de ganado y de la sangre de niños, pero su principal sustento son los miedos, deseos y odios de las personas. Tiene los ojos fulgurantes y rojizos, y emite risotadas o gruñidos aterradores. Es burlón, furtivo y salvaje.
Su misión es ser guardaespaldas de su "doble", vengador, terrorista nocturno y "roba-chicos". Tiene el poder de metamorfosearse, hipnotizar, hechizar, causar enfermedades y la muerte. El antídoto, según la creencia popular, es quemar las partes del cuerpo que el brujo deja atrás cuando se transforma.
Sinsimito o Sinsimite, nombre proveniente del maya, pero derivado de la palabra náhuatl "Tzitzimitl", que significa "el demonio", es una criatura que se encuentra en cuevas profundas en las montañas, cerca de bosques y selvas, aunque también deambula por las noches alrededor de los poblados.
Se describe como un gorila con rasgos humanos y rostro de hombre o de mujer. Posee una larga cabellera y un cuerpo cubierto de pelo café oscuro, similar al de un oso. Sus pies son grandes y al revés, dejando huellas que duplican el tamaño de una huella humana y avanzan en sentido inverso a los movimientos de la bestia. Los dedos de sus pies están separados y torcidos hacia atrás, lo que le impide moverse en círculo o correr. Se desplaza a saltos, apoyándose en un tronco de árbol a manera de bastón. Es muy musculoso, pero carece de coyunturas, por lo que no puede acostarse y debe dormir de pie. Tiene la cabeza volteada respecto del cuerpo, así que mira en dirección contraria a sus pasos. Teme al agua. Se alimenta de frutas silvestres, cenizas de las hogueras y carne humana. Emite un ronco jadeo, como un trueno, y lanza gritos que atraviesan la selva. Es feroz, irracional, lascivo, rebelde y furtivo.
Su misión es custodiar las montañas, aterrorizar a la gente, matar a los hombres y secuestrar mujeres, a quienes alarga la vida. A pesar de ser una bestia, sabe hablar en lengua maya y es inmune a las balas y las flechas.
Para eliminarlo, se dice que debes encender fuego a su larga cabellera, bailar desnudo o en círculo, meterse al agua o hacerse acompañar de un perro.
Desde los pequeños, pero no por ello inofensivos, Aluxes, Chaneques y Guajes, seres de origen maya, nahua, totonaca y mixe, respectivamente. Los Aluxes (en maya), Chaneques (cuyo nombre en náhuatl significa "hijos de Chane") y Guajes (en mixe) son nuestros equivalentes a los duendes del bosque en otras mitologías: espíritus de los antepasados y espíritus de la tierra.
Se les puede encontrar en cualquier lugar escondido de las selvas y bosques, pero suelen rondar las milpas y las ruinas prehispánicas.
Tienen figura humana de pequeña estatura, cuerpo deforme, enorme cabeza y cara de anciano. Algunos están cubiertos de granos. Sus orejas son desproporcionadamente grandes para escuchar a distancia, o solo tienen una oreja izquierda. Sus pies están al revés. Pueden ser invisibles, transparentes, o bien de color blanco o chocolate. Están hechos de viento y provocan fuertes tolvaneras. Se alimentan de miel, tabaco, pozole, golosinas, licor de saka', aves de corral, pero también de almas humanas. En general, son ágiles, escurridizos, escandalosos, glotones, malvados y bromistas, pero también pueden ser viciosos, iracundos, destructivos y extremadamente agresivos. Emiten gritos y silbidos espeluznantes.
Protegen los cultivos y vigilan las ruinas. Son rufianes del camino, espanta-gentes, ocultadores de objetos y secuestradores. Algunos tienen el poder de convertirse en tigres, devoran a las mujeres y comen a los hombres a lengüetazos. Pueden hechizar ("alumbrar") el alma de niños y viajeros, provocando escalofríos, calenturas y enfermedades como "la pérdida del alma" o "el espanto del chaneque". Para mantenerlos tranquilos, es necesario ponerles ofrendas constantemente, usarla ropa al revés y portar amuletos como ojos de venado, collares de nueces y piedras de río.
Waay Pop, de origen maya, cuyo nombre proviene de Waay ("espíritu") y Pop ("petate"), es una criatura impresionante. Tiene un pariente aún más formidable: el hijo del monstruo Kaskabal, hermano de los Waay y primo del pájaro demoníaco Mesa-hol.
Si te atreves a buscarlo, lo encontrarás en los montes, campos y praderas. Se le ha visto en Maxcanú, en Yaxcabá y cerca del cenote sagrado de Chichén Itzá.
A veces se presenta como un hombre gigante con cabeza de ave de rapiña; otras veces, como un siniestro pájaro carnicero. Su cuerpo es de color negro y tiene alas de petate, revestidas de filosas navajas de pedernal, así como garras gigantescas. Posee una fuerza física descomunal y produce un gran bullicio con su aleteo. Es sanguinario, astuto, corrupto y cruel.
Su objetivo es ser exterminador, cazador aéreo, secuestrador y devorador de seres humanos vivos. Es un farsante experto, contrabandista de sustancias tóxicas y vendedor de esclavos.
Si quieres atraparlo, debes hacerlo en pleno vuelo y quemarlo en una hoguera.
Una serpiente de fuego, ¿has escuchado algo similar? De origen Mixe, su nombre es Coo Ñu'un, que en lengua mixteca proviene de "Coo" (serpiente) y "ñu'un" (fuego).
Es la hija de Quetzalcóatl, la "Serpiente Emplumada" de los nahuas; hermana de Coo Dzahui, también llamada "Nueve Viento" o "Serpiente de la Lluvia y el Huracán" por los mixtecos; sobrina de Kukulcán, la serpiente sagrada de los mayas; prima de Xiuhcóatl, la "Serpiente de Fuego" de los aztecas, y sobrina de muchas otras serpientes divinas de Mesoamérica. Se le encuentra en regiones montañosas.
Tiene cuerpo de langosta y cabeza de serpiente, pero emplumada; sus cuatro patas terminan en garras, y su cola tiene forma de una mecha que, al incendiarse, le proporciona propulsión ígnea. Es astuta, fulminante y versátil. Se alimenta de los deseos y ambiciones de los hombres.
Su misión es ser mensajera entre el cielo, el mar y la tierra, ser nahual y asistente de los dioses, buscadora de tesoros y dispensadora de dones. Tiene el poder de transformarse en estrella fugaz, de bucear en el mar y de incendiar a quien la mire.
Tukákame o Tikakame, que en lengua huichol significa "el diablo", también conocido como demonio necrófago, Luna-araña, y Señor del inframundo.
Es nieto de Utsa (araña-ogro de gran cabellera, diosa del inframundo que devora a los muertos); hijo adoptivo de la diosa Takutsi Nakawe en su versión perversa; primo de los "pájaros de la muerte" y los "pájaros metate" carroñeros, y pariente lejano de todos los vampiros que existen.
Vaga en el inframundo, pero suele rondar el desierto de Wirikuta durante la luna nueva y se aparece en las alucinaciones producidas por el hongo del peyote.
Tiene cuerpo humano, pero a veces es un simple esqueleto o adquiere la figura de un lobo. Es de color negro con rayas blancas y siempre está manchado de sangre. Tiene la cara pintarrajeada como una máscara, con puntos blancos asquerosos. Posee alas de zopilote o de murciélago. Lleva cuernos en la cabeza, como un diablo, y el pelo muy desordenado. El borde de sus orejas es como una sierra. Tiene saltada la bola del ojo y su corazón es un perico. De su cintura cuelgan huesos de cadáveres que producen un escalofriante ruido de maracas. Es extremadamente sucio y pestilente, pues se alimenta de carne humana putrefacta. Odia el agua y por eso nunca la bebe ni se baña. Es malévolo, voraz, envidioso, meticuloso e hipócrita. Sus mascotas son esqueletos vivientes de animales, y vive rodeado de los "pájaros de la muerte".
Su misión es gobernar el inframundo, ser caníbal y carroñero, chupa huesos, limpiar cadáveres y raptar almas. Tiene el poder de provocar demencia y de usar como arma los "cinco grandes fuegos", alimentados con sangre de sus víctimas.
Para matarlo, es necesario quemarlo para que se convierta en agua o correr a refugiarse en el pantano sagrado, lejos del desierto.
Tsukán, cuyo nombre proviene delas palabras mayas Ts’u’uts: “chupar”, y kan: “culebra”, también es conocida como Hapaikán, que significa “serpiente chupadora”.
Es nieta de Pitón, la antigua serpiente de la mitología griega; hija de la serpiente sagrada Kukulcán, y de Chaak, Dios del agua y la lluvia; también hermana de la serpiente Chayilkán, que chupa la leche de los pechos de las madres cuando están amamantando, mientras introduce la punta de su cola en la boca del niño para adormecerlo.
Se le encuentra en las grutas, cenotes y pozos de Yucatán, pero se muda al mar cuando envejece. Su cuerpo es enorme y tan grueso como un tronco. Es de color verde con puntos negros. Tieneuna gran cabeza con crines, ojos de caballo y alas de murciélago gigantes. Sualiento es caliente y poderoso, y cuando surca el cielo desprende un fulgor rojizo. Tiene muy mal carácter. Es rebelde y huidiza como el aire, de modo que muy pocos tienen la capacidad perceptiva o espiritual para verla.
Custodia las aguas de los cenotes y pozos, así como los tesoros ocultos en las cuevas. Tiene el poder de una gran aspiradora, con el que chupa a todas las presas voladoras que se acercan a su cueva. Causa parálisis en las piernas, altas fiebres e incluso la muerte a quienes tienen la desgracia de encontrarse con ella. No solo tiene el poder de cambiar de piel como todas las serpientes, sino de transformarse y resucitar. Por lo tanto, nada puede aniquilarla: es inmortal.
Esta es mi consentida: Las Bolas de Fuego, o simplemente Brujas, Aichipopos, que en náhuatl quiere decir “doncellas”. Otros apodos incluyen: Pájaros maléficos y Mujeres-guajolote. Son descendientes de la maga azteca Mometzcopinqui y del mago Tlacatecólotl; ahijadas del dios Tezcatlipoca y primas de todas las brujas que han existido, tanto en América como en otros lugares.
En el siglo XX han sido vistas como “Bolas de fuego”. Surcan el cielo, saltan de cerro en cerro y acechan sobre los tejados en muchas zonas del país.
En su forma original, son mujeres (jóvenes y hermosas, o ancianas y horribles), pero se aparecen como inmensas aves negras o como bolas de lumbre que caen del cielo, igual que los meteoritos. Tienen patas de guajolote, pico puntiagudo y una lengua larguísima para chupar la sangre de los recién nacidos. Sus ojos son rojos y llameantes y poseen un corazón de agua. Son farsantes, pues tienen doble personalidad. Son fogosas, exhibicionistas, escurridizas y vengativas.
Actúan como asistentes personales del Diablo, secuestrando almas para el infierno y engañando a los hombres. Tienen el poder de metamorfosearse en ave, bola de fuego o bellísima mujer, así como de hacer maleficios y de colarse por cualquier sitio como el humo.
Para matarlas, se recomienda colocar en casa crucifijos, palanganas de agua, espejos y objetos al revés; quemar las partes del cuerpo que se quitaron para transformarse; lazarlas cuando son “Bolas de fuego”, o conjurarlas, rezando con palabras pronunciadasde atrás para adelante.
Y, por último, la Serpiente de Siete Cabezas de origen Mixe. Es hija de la "Diosa serpiente flor de siete cabezas" (de la cultura chatina); ahijada del Dios del viento negro y del Dios de la lluvia; nieta de la antiquísima "Hidra"; prima de la "Serpiente de siete cabezas" de los yaquis, de la "Serpiente nocturna" de los coras y de las "Serpientes con cuernos" de los huaves y los tzotziles. Es hermana melliza del heroico y sagrado Rey Kondoy.
Vive en cuevas, zanjas, túneles subterráneos y cauces de los ríos; ya vieja, se muda al mar. Permanece petrificada en Coatlán, pero se le ha visto en Oaxaca, Morelos y San Luis Potosí.
Nació de un huevo de la Serpiente Madre. Es una culebra de enorme tamaño con cuernos. Es de color negro cuando joven, y rojo cuando madura. Posee siete largos cuellos, con sus respectivas cabezas, y una cola puntiaguda como cuchillo. A veces aparece con patas de cocodrilo, garras y trompa. Es perezosa, glotona, agresiva, feroz, asesina, devastadora e impredecible.
Su misión es ocasionar temblores y derrumbes, construir barrancos y cuidar tesoros marinos. Tiene el poder de dominar las aguas, transformarse en huracán y causar inundaciones, naufragios y ahogamientos.
Para evitar sus desastres, se recomienda pedir clemencia a las divinidades que la protegen: El Señor de la Lluvia y El Señor del Viento Negro; cortarle cada una de sus siete cabezas, lo cual solo puede lograrse si se poseen poderes sobrenaturales, o hacer que coma mucho para que se amodorre y pierda su agilidad por un tiempo.
En resumen, la mitología mexicana es un tapiz rico y diverso, tejido con las creencias y cosmovisiones de múltiples culturas prehispánicas y enriquecido por el sincretismo con la religión católica durante la colonización. Criaturas como el Waay Chivo, el Nahual, los Aluxes y la Serpiente de Siete Cabezas, entre otros, reflejan la imaginación y el intento de nuestros antepasados por explicar el mundo que los rodeaba. Autoras como Carmen Leñero han contribuido a rescatar estos mitos y leyendas, dándoles una nueva vida y permitiendo que sigan resonando en la cultura contemporánea.
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