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foto kiki la aprendiz de bruja
"Cada uno tenemos que encontrar nuestra propia inspiración... y a veces no es nada fácil." - Kiki, la aprendiza de bruja (1989)
Rebeca Laureano Palma (Beka)
Todos los derechos reservados.
Cuernavaca, Morelos, México. 2024.

Mis miedos e inseguridades como escritora

¿Te he platicado cuánto llevo en este proyecto? ¡Bastante!
Publicado:
5/11/22

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¿Te he platicado cuánto tiempo llevo en este proyecto?, ¡bastante!, esta vez te quiero compartir todo lo que me ha pasado para crear, beka.soy, cómo: mis miedos, inseguridades y aciertos que ha traído este camino.

Decidí dejar de dar clases en las escuelas, era profesora a nivel preparatoria y secundaria. ¡Amo dar clases, creo que es una de mis facetas que más adoré! Cuando recién regresé de trabajar de los Estados Unidos no sabía lo que iba hacer, así es, tenía 28 años, casi 29 y no sabía para dónde iba mi vida. Antes de irme a USA, había trabajado para TV Azteca, lo cual me dejó un mal sabor de boca, en ese momento deseaba ser reportera, aunque pronto descubrí que no me gustaba. Algo que amo y siempre amaré es el cine, no estudié esa carrera, porque la economía en aquellos momentos no alcanzaba.

Después de que terminé mi período en TV Azteca, conocí un pseudo director que me invitó a trabajar con él en la producción de su película y me dijo que me pagaría cuando le dieran el dinero para la filmación. Yo inocente le creí, trabajé ocho meses, me imaginó que ya sabes cómo termina… efectivamente, me quedó a deber dinero, al final su película jamás salió a la luz.

Mi primera decepción

Creo que esa fue mi primera decepción, porque con 25 años y medio no sabía qué rumbo tomaría mi vida. Había puesto todo el corazón en ese proyecto que no salió. ¡Deseaba irme a donde sea!, pero no tenía dinero para viajar; entonces, descubrí el programa de Au Pair y dije “de aquí soy”, traté de que el director me pagara, pero no sucedió. Mi mamá me vio triste y decidió apoyarme, recuerdo bien sus palabras “si se vende el departamento tienes el dinero del boleto” ¡Y qué crees! se vendió. Obviamente mis papás pusieron más que el boleto y les agradezco infinitamente, porque no lo hubiera hecho sin ellos. Me fui y viví grandes aventuras, las viví como si fueran las últimas, porque no sabía si eso volvería a suceder.

Con un manuscrito en mano

Cuando regresé las dudas continuaban. A mis 28 años casi 29, lo único que traía era un manuscrito terminado y muchas ganas de hacer algo. Han escuchado ese dicho de que cada uno a su paso, pues el mío es lento jajajaja muy lento. Mientras decidía lo que quería, me metí a una maestría de Literatura, porque era buena creando historias, y para pagarme los estudios trabajé de profesora. Al principio no fue mi empleo soñado, pero como te había dicho, lo amé con todo el corazón. La primera escuela fue genial, ya que tenía toda la libertad de cátedra y conecté con los alumnos e hicieron cosas sorprendentes cómo: obras, cuentos, disfraces, etc. Después entré a otros colegios, aunque conecté con los alumnos, las normas y reglas eran tan rígidas que no me dejaba desbordar la imaginación que tenía contenida. 

Y llegamos al principio que fue cuando decidí iniciar el proyecto de Beka

Dejé de dar clases e inicié este proyecto, al principio fue estresante, porque no entendía todo lo que tenía que hacer, se me hizo demasiado y lo más difícil era conectar contigo. No sabía por dónde empezar, no sabía lo que deseaba transmitir, pero empecé contando cosas muy simples y sin realmente decir mucho. Mi esposo me animaba diciendo “comparte tu historia de cómo te vas transformando en escritora”. Pensaba qué lo que estaba haciendo era aburrido, ya que veía muchos influncers compartir viajes, deportes, etc, que en fotografía son muy llamativos. Yo lo único que tenía era una computadora viejita con mi primer escritorio que compramos. Mi casa anterior era pequeña, eso sí, daba a un bosque enigmático y hermoso o para mí lo era. Amé ese lugar, porque fue ahí donde celebré el amor que tengo hacía mi esposo. Nuestras salidas eran ir al centro por un elote, ir al cine, al súper o sólo dar una pequeña vuelta, pero amé esa época como nunca.

Talleres

Después de iniciar el proyecto y cómo no sabía para dónde dirigirme decidí dar talleres, pero no salieron como yo deseaba; porque no tenía el presupuesto para hacerlos de la manera que los visualizaba, mágicos y sorprendentes. Esto era una contradicción, ya que quería hacer estos talleres para ganar dinero y con eso sustentar mis escritos, pero salió todo lo contrario. Aunque eso sí, todos los que estuvieron les encantó. Creo que aquí comienza una de las mayores frustraciones como escritora, el dinero.

Comunidad de Amantes de historias

Inicié hablando a los creadores de historias, pero aprendí que mi público es el que ama las historias, que le gusta leer, que se apasiona por todo tipo de historias y que provienen de todos lados (series, comics, cine, novelas, cuentos etc.); entonces, inicié La Comunidad de Amantes de Historias. Tengo el canal de YouTube, pero no soy muy buena frente a cámara así que decidí enfocarme en lo escrito, por ahora. Cuando escribí mis primeros posts, sentía mucho miedo, porque sabía que no era perfecta en la ortografía y te digo un secreto aún sigo aprendiendo.

Un recuerdo

Y aquí hago un paréntesis, para compartirte que cuando iba en la primaria y en la secundaria me esforcé mucho por entender las cosas que me enseñaban, pero al final no podía comprender del todo. Recuerdo que tenía compañeras que las clases se le hacían fáciles y eso me hizo sentir que no era nada inteligente, porque a pesar de que me esforzaba no se me quedaban en mi cabeza, y en el caso de la ortografía fue lo mismo. Cuando fui profesora entendí que sí hay diferencia entre las escuelas particulares y las públicas, yo fui a una pública. Creo que el sistema escolar tiene que cambiar, pero esa es otra plática. Por mi parte, sigo aprendiendo y creo que el aprendizaje nunca cesa.

Los primeros Post

Al sacar mis primeros post el miedo me invadió, pero se me quitó cuando me di cuenta de que no me leían, posteriormente se fue desvaneciendo ese temor. Otra cosa que se me hacía rara era subir fotos a Instagram y escribir algo referente a la literatura, poco a poco se me fue facilitando, aún estoy en el proceso de aprender.

Después tuve que editar audios, usar plataformas que no conocía, como esta en la que escribo. Aprendí a usar mi página para subir mis publicaciones, ¡he aprendido tanto! Pero mi talón de Aquiles es que aún no genero un ingreso, me gustaría decirte que es fácil este camino, pero no lo es y más cuando la gente le da flojera leer, te lo menciono así, porque me lo han dicho.

Visualizar

Me levantó por las mañanas visualizando que tengo un buen ingreso haciendo lo que amo que son historias, trato de quitarme de la mente que no deja dinero, porque yo sola soy mi talón de Aquiles cuando pienso eso. Si este proyecto funciona me permitirá crear más historias de fantasía y ciencia ficción, sin preocuparme por nada.

Sé que llegaré a mi meta de generar lo que necesito con mis textos, porque mi sueño es seguir escribiendo historias, porque tengo mucho que contarte.

Mis miedos e inseguridades como escritora

¿Te he platicado cuánto llevo en este proyecto? ¡Bastante!
Beka Laureano
-
Reflexiones
Publicado:
May 11, 2022

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¿Te he platicado cuánto tiempo llevo en este proyecto?, ¡bastante!, esta vez te quiero compartir todo lo que me ha pasado para crear, beka.soy, cómo: mis miedos, inseguridades y aciertos que ha traído este camino.

Decidí dejar de dar clases en las escuelas, era profesora a nivel preparatoria y secundaria. ¡Amo dar clases, creo que es una de mis facetas que más adoré! Cuando recién regresé de trabajar de los Estados Unidos no sabía lo que iba hacer, así es, tenía 28 años, casi 29 y no sabía para dónde iba mi vida. Antes de irme a USA, había trabajado para TV Azteca, lo cual me dejó un mal sabor de boca, en ese momento deseaba ser reportera, aunque pronto descubrí que no me gustaba. Algo que amo y siempre amaré es el cine, no estudié esa carrera, porque la economía en aquellos momentos no alcanzaba.

Después de que terminé mi período en TV Azteca, conocí un pseudo director que me invitó a trabajar con él en la producción de su película y me dijo que me pagaría cuando le dieran el dinero para la filmación. Yo inocente le creí, trabajé ocho meses, me imaginó que ya sabes cómo termina… efectivamente, me quedó a deber dinero, al final su película jamás salió a la luz.

Mi primera decepción

Creo que esa fue mi primera decepción, porque con 25 años y medio no sabía qué rumbo tomaría mi vida. Había puesto todo el corazón en ese proyecto que no salió. ¡Deseaba irme a donde sea!, pero no tenía dinero para viajar; entonces, descubrí el programa de Au Pair y dije “de aquí soy”, traté de que el director me pagara, pero no sucedió. Mi mamá me vio triste y decidió apoyarme, recuerdo bien sus palabras “si se vende el departamento tienes el dinero del boleto” ¡Y qué crees! se vendió. Obviamente mis papás pusieron más que el boleto y les agradezco infinitamente, porque no lo hubiera hecho sin ellos. Me fui y viví grandes aventuras, las viví como si fueran las últimas, porque no sabía si eso volvería a suceder.

Con un manuscrito en mano

Cuando regresé las dudas continuaban. A mis 28 años casi 29, lo único que traía era un manuscrito terminado y muchas ganas de hacer algo. Han escuchado ese dicho de que cada uno a su paso, pues el mío es lento jajajaja muy lento. Mientras decidía lo que quería, me metí a una maestría de Literatura, porque era buena creando historias, y para pagarme los estudios trabajé de profesora. Al principio no fue mi empleo soñado, pero como te había dicho, lo amé con todo el corazón. La primera escuela fue genial, ya que tenía toda la libertad de cátedra y conecté con los alumnos e hicieron cosas sorprendentes cómo: obras, cuentos, disfraces, etc. Después entré a otros colegios, aunque conecté con los alumnos, las normas y reglas eran tan rígidas que no me dejaba desbordar la imaginación que tenía contenida. 

Y llegamos al principio que fue cuando decidí iniciar el proyecto de Beka

Dejé de dar clases e inicié este proyecto, al principio fue estresante, porque no entendía todo lo que tenía que hacer, se me hizo demasiado y lo más difícil era conectar contigo. No sabía por dónde empezar, no sabía lo que deseaba transmitir, pero empecé contando cosas muy simples y sin realmente decir mucho. Mi esposo me animaba diciendo “comparte tu historia de cómo te vas transformando en escritora”. Pensaba qué lo que estaba haciendo era aburrido, ya que veía muchos influncers compartir viajes, deportes, etc, que en fotografía son muy llamativos. Yo lo único que tenía era una computadora viejita con mi primer escritorio que compramos. Mi casa anterior era pequeña, eso sí, daba a un bosque enigmático y hermoso o para mí lo era. Amé ese lugar, porque fue ahí donde celebré el amor que tengo hacía mi esposo. Nuestras salidas eran ir al centro por un elote, ir al cine, al súper o sólo dar una pequeña vuelta, pero amé esa época como nunca.

Talleres

Después de iniciar el proyecto y cómo no sabía para dónde dirigirme decidí dar talleres, pero no salieron como yo deseaba; porque no tenía el presupuesto para hacerlos de la manera que los visualizaba, mágicos y sorprendentes. Esto era una contradicción, ya que quería hacer estos talleres para ganar dinero y con eso sustentar mis escritos, pero salió todo lo contrario. Aunque eso sí, todos los que estuvieron les encantó. Creo que aquí comienza una de las mayores frustraciones como escritora, el dinero.

Comunidad de Amantes de historias

Inicié hablando a los creadores de historias, pero aprendí que mi público es el que ama las historias, que le gusta leer, que se apasiona por todo tipo de historias y que provienen de todos lados (series, comics, cine, novelas, cuentos etc.); entonces, inicié La Comunidad de Amantes de Historias. Tengo el canal de YouTube, pero no soy muy buena frente a cámara así que decidí enfocarme en lo escrito, por ahora. Cuando escribí mis primeros posts, sentía mucho miedo, porque sabía que no era perfecta en la ortografía y te digo un secreto aún sigo aprendiendo.

Un recuerdo

Y aquí hago un paréntesis, para compartirte que cuando iba en la primaria y en la secundaria me esforcé mucho por entender las cosas que me enseñaban, pero al final no podía comprender del todo. Recuerdo que tenía compañeras que las clases se le hacían fáciles y eso me hizo sentir que no era nada inteligente, porque a pesar de que me esforzaba no se me quedaban en mi cabeza, y en el caso de la ortografía fue lo mismo. Cuando fui profesora entendí que sí hay diferencia entre las escuelas particulares y las públicas, yo fui a una pública. Creo que el sistema escolar tiene que cambiar, pero esa es otra plática. Por mi parte, sigo aprendiendo y creo que el aprendizaje nunca cesa.

Los primeros Post

Al sacar mis primeros post el miedo me invadió, pero se me quitó cuando me di cuenta de que no me leían, posteriormente se fue desvaneciendo ese temor. Otra cosa que se me hacía rara era subir fotos a Instagram y escribir algo referente a la literatura, poco a poco se me fue facilitando, aún estoy en el proceso de aprender.

Después tuve que editar audios, usar plataformas que no conocía, como esta en la que escribo. Aprendí a usar mi página para subir mis publicaciones, ¡he aprendido tanto! Pero mi talón de Aquiles es que aún no genero un ingreso, me gustaría decirte que es fácil este camino, pero no lo es y más cuando la gente le da flojera leer, te lo menciono así, porque me lo han dicho.

Visualizar

Me levantó por las mañanas visualizando que tengo un buen ingreso haciendo lo que amo que son historias, trato de quitarme de la mente que no deja dinero, porque yo sola soy mi talón de Aquiles cuando pienso eso. Si este proyecto funciona me permitirá crear más historias de fantasía y ciencia ficción, sin preocuparme por nada.

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