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El estridentismo en México fue un movimiento literario, artístico y político que se inició a principios de la década de 1920. Este pertenece al vanguardismo junto con otros movimientos cómo: Impresionismo, expresionismo, fovismo, cubismo, futurismo, dadaísmo, ultraísmo, surrealismo y estridentismo. Tuvo su auge en 1925 al 1927 en la ciudad de Xalapa Veracruz fundado por Manuel Maples Arce; posteriormente se le sumó a la lista: Arqueles Vela, Germán List Arzubide, Germán Cueto, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, y Leopoldo Méndez. Al ser un movimiento de vanguardia buscaba darle énfasis a lo tecnológico como en su poema de Andamios Interiores de Manuel Maples Arce en el cual se refleja ese avance de la civilización moderna.
"El movimiento estridentista, como se conocería al grupo de Maples Arce, desafió la complacencia política e intelectual, rechazó el conservadurismo académico, celebró la modernidad y las novedades tecnológicas, como la radio, el cine y los aeroplanos, y buscó transformar a través de la creación de nuevos espacios estéticos y acercamientos novedosos al entorno urbano, no sólo el lenguaje escrito y visual sino la vida cotidiana." ( La aventura estridentista: Historial cultural de una vanguardia, Elissa J. Rashkin, p.16.)
El movimiento estridentista y la ciencia ficción su relación en su obra es evidente, ya que refleja el progreso de la civilización moderna y la tecnología. Esto se ve en Andamios Interiores, que celebra la modernidad y la innovación tecnológica. Además, los estridentistas estaban interesados en transformar la vida cotidiana mediante su enfoque experimental del arte y la cultura. Esta visión utópica coincide con muchos temas de la ciencia ficción. En consecuencia, el movimiento estridentista puede considerarse un importante precursor de la ciencia ficción latinoamericana.
El estridentismo consistió en una armónica fusión de literatura, musica y artes plásticas. Maples Arce fue el encargado de bautizar el Café de Nadie en el cual leyeron poesía autores como: German List Arzubide, Salvador Gallardo, Humberto Rivas, Luis Ordaz Rocha y Miguel Aguillón Guzman. Se exhibieron cuadros de Fermin Revueltas, Leopolda Mendez, Jean Charlot, Ramón Alva de la Canal, Xavier Guerrero y Máximo Pacheco; German Cueto presentó una colección de "máscaras" de los principales pintores y poetas del movimiento y Guillermo Ruiz mostró algunas de sus esculturas cubistas en medio de un ambiente de bohemia subversiva.
Aunque el estridentismo no se suele asociar con la ciencia ficción, ambos movimientos tienen mucho en común. Ambos son vanguardistas y buscan superar los límites y experimentar con nuevas formas de expresión. También comparten la fascinación por la tecnología y el futuro, explorando las formas en que éstos podrían cambiar la sociedad y la humanidad. Esto las convierte en compañeras naturales, y no es sorprendente que algunos escritores estridentistas hayan incorporado elementos de ciencia ficción a su obra.
Se inspiraron en el futurismo y trataron de expresar el dinamismo y la energía de la vida moderna. Es una parte importante de la cultura mexicana, y ha tenido una influencia significativa en movimientos posteriores como el surrealismo.
El espacio en que se publicaba todo esto, era en la revista Horizonte que fue la tercera de las publicaciones del grupo, después de Actual e Irradiador. Se imprimía en los Talleres Gráficos del Gobierno del Estado. Su director era Germán Arzubide, mientras que Ramón Alva de la Canal y Leopoldo Méndez estaban a cargo del diseño gráfico y las ilustraciones.
Yo soy un punto muerto en medio de la hora,
equidistante al grito náufrago de una estrella.
Un parque de manubrio se engarrota en la sombra,
y la luna sin cuerda
me oprime en las vidrieras.
Margaritas de oro
deshojadas al viento.
La ciudad insurrecta de anuncios luminosos
flota en los almanaques, y allá de tarde en tarde,
por la calle planchada se desangra un eléctrico.
El insomnio, lo mismo que una enredadera,
se abraza a los andamios sinoples de telégrafo,
y mientras que los ruidos descerrajan la puertas,
la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.
Aunque el estridentismo sólo duró unos años, tuvo un impacto significativo en la cultura mexicana y en el futuro de la literatura. Si te interesa el arte de vanguardia, o quieres saber más no olvides en suscribirte a la lista de correos, ¡Gracias por leer!
El estridentismo en México fue un movimiento literario, artístico y político que se inició a principios de la década de 1920. Este pertenece al vanguardismo junto con otros movimientos cómo: Impresionismo, expresionismo, fovismo, cubismo, futurismo, dadaísmo, ultraísmo, surrealismo y estridentismo. Tuvo su auge en 1925 al 1927 en la ciudad de Xalapa Veracruz fundado por Manuel Maples Arce; posteriormente se le sumó a la lista: Arqueles Vela, Germán List Arzubide, Germán Cueto, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, y Leopoldo Méndez. Al ser un movimiento de vanguardia buscaba darle énfasis a lo tecnológico como en su poema de Andamios Interiores de Manuel Maples Arce en el cual se refleja ese avance de la civilización moderna.
"El movimiento estridentista, como se conocería al grupo de Maples Arce, desafió la complacencia política e intelectual, rechazó el conservadurismo académico, celebró la modernidad y las novedades tecnológicas, como la radio, el cine y los aeroplanos, y buscó transformar a través de la creación de nuevos espacios estéticos y acercamientos novedosos al entorno urbano, no sólo el lenguaje escrito y visual sino la vida cotidiana." ( La aventura estridentista: Historial cultural de una vanguardia, Elissa J. Rashkin, p.16.)
El movimiento estridentista y la ciencia ficción su relación en su obra es evidente, ya que refleja el progreso de la civilización moderna y la tecnología. Esto se ve en Andamios Interiores, que celebra la modernidad y la innovación tecnológica. Además, los estridentistas estaban interesados en transformar la vida cotidiana mediante su enfoque experimental del arte y la cultura. Esta visión utópica coincide con muchos temas de la ciencia ficción. En consecuencia, el movimiento estridentista puede considerarse un importante precursor de la ciencia ficción latinoamericana.
El estridentismo consistió en una armónica fusión de literatura, musica y artes plásticas. Maples Arce fue el encargado de bautizar el Café de Nadie en el cual leyeron poesía autores como: German List Arzubide, Salvador Gallardo, Humberto Rivas, Luis Ordaz Rocha y Miguel Aguillón Guzman. Se exhibieron cuadros de Fermin Revueltas, Leopolda Mendez, Jean Charlot, Ramón Alva de la Canal, Xavier Guerrero y Máximo Pacheco; German Cueto presentó una colección de "máscaras" de los principales pintores y poetas del movimiento y Guillermo Ruiz mostró algunas de sus esculturas cubistas en medio de un ambiente de bohemia subversiva.
Aunque el estridentismo no se suele asociar con la ciencia ficción, ambos movimientos tienen mucho en común. Ambos son vanguardistas y buscan superar los límites y experimentar con nuevas formas de expresión. También comparten la fascinación por la tecnología y el futuro, explorando las formas en que éstos podrían cambiar la sociedad y la humanidad. Esto las convierte en compañeras naturales, y no es sorprendente que algunos escritores estridentistas hayan incorporado elementos de ciencia ficción a su obra.
Se inspiraron en el futurismo y trataron de expresar el dinamismo y la energía de la vida moderna. Es una parte importante de la cultura mexicana, y ha tenido una influencia significativa en movimientos posteriores como el surrealismo.
El espacio en que se publicaba todo esto, era en la revista Horizonte que fue la tercera de las publicaciones del grupo, después de Actual e Irradiador. Se imprimía en los Talleres Gráficos del Gobierno del Estado. Su director era Germán Arzubide, mientras que Ramón Alva de la Canal y Leopoldo Méndez estaban a cargo del diseño gráfico y las ilustraciones.
Yo soy un punto muerto en medio de la hora,
equidistante al grito náufrago de una estrella.
Un parque de manubrio se engarrota en la sombra,
y la luna sin cuerda
me oprime en las vidrieras.
Margaritas de oro
deshojadas al viento.
La ciudad insurrecta de anuncios luminosos
flota en los almanaques, y allá de tarde en tarde,
por la calle planchada se desangra un eléctrico.
El insomnio, lo mismo que una enredadera,
se abraza a los andamios sinoples de telégrafo,
y mientras que los ruidos descerrajan la puertas,
la noche ha enflaquecido lamiendo su recuerdo.
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