Si piensas que al hacer una novela sólo hay que sentarse y escribir, estás en un error. Hay que buscar la idea (lluvia de ideas), planificar hacia donde te dirige esa idea. Si no lo haces podrías perderte en el camino convirtiendo tu entorno en una completa oscuridad. Es como caminar sin camino, es como salir de viaje sin saber que vuelo tomarás, es como ir al baño sin llevar papel higiénico. En sí, es perderte en tu propia creación.
Te comparto que en la primera novela eso fue lo que me pasó, me senté sólo a escribir y dejé mi imaginación fluir. El problema se dio cuando estaba completamente perdida en mi trama. La mayoría de las veces no sabía cómo resolver las problemáticas a las que se enfrentaban mis personajes. Y como no quería ni deseaba detenerme para nada, al final sólo hice un caos sin solución.
El escritor de mapa es aquél que se detiene a pensar en el inicio de su historia y el final. Traza un mapa de manera planificada para no perderse. Para esta clase de escritor tener un faro que iluminé su navegar es una red de seguridad. J. K. Rowling escritora de Harry Potter utilizó este método. Abajo te dejo un pequeño ejemplo de lo que hizo ella.
Hay escritores de mapa que se toman bastante tiempo para planificar su texto. Esta forma de escribir es recomendada para aquellos escritores noveles.
El escritor de brújula se sienta frente a la computadora y sólo se deja llevar por la creatividad. Son aquellos creadores que resuelven muy bien las cosas conforme se presentan los problemas. Me recuerda mucho al personaje de Piratas del Caribe, Jack Sparrow,que deja a su brújula decidir por él. La suerte y el destino le ayudan con sus aventuras.
Esta clase de escritor no necesita sentirse seguro. Le gusta la aventura y la adrenalina. Los que escriben de esta manera suelen ser escritores experimentados.
Si eres un escritor de mapa, y crees que por esto eres cuadrado o no te dejas llevar por la musa de la creatividad, estás en un error. Es sólo una herramienta que te ayudará en tu novela sea la primera o la tercera.
Si eres un escritor de brújula y crees que te libras de la estrategia, estas en un error. Siempre hay que realizar un mapa para no regresar a las páginas anteriores porque hay veces que no te acuerdas qué hizo tu personaje.
Ya sea que escribas de una u otra forma la realidad es que no te libras del trabajo constante como la elección de la palabra correcta, revisión de verbos etc. En general de la corrección de estilo.
En mi caso yo trace el camino de Álister para no perderme. Planifiqué el principio y el fin. Me dio más seguridad al momento de iniciar. Tracé mapas para recordar cosas o descripciones que al avanzar se me podían olvidar. De esta manera no me regresaba a las páginas anteriores. Eso sí, en Álister se me ocurrió un giro en la historia y cambié mi mapa. Este giro me ayudó a enriquecer mi novela, pero no afectaba el final de la misma. Pudiese decir que utilizo las dos formas.
Realmente no hay que encasillarnos en uno u otro, porque las dos formas nos pueden servir muy bien. Lo que sí sé es que las novelas llevan tiempo, muchas de ellas te llevarán un año. En el caso de Tolkien con su novela El señor de los anillos le llevó cinco años. Ten paciencia y se constante.
Si piensas que al hacer una novela sólo hay que sentarse y escribir, estás en un error. Hay que buscar la idea (lluvia de ideas), planificar hacia donde te dirige esa idea. Si no lo haces podrías perderte en el camino convirtiendo tu entorno en una completa oscuridad. Es como caminar sin camino, es como salir de viaje sin saber que vuelo tomarás, es como ir al baño sin llevar papel higiénico. En sí, es perderte en tu propia creación.
Te comparto que en la primera novela eso fue lo que me pasó, me senté sólo a escribir y dejé mi imaginación fluir. El problema se dio cuando estaba completamente perdida en mi trama. La mayoría de las veces no sabía cómo resolver las problemáticas a las que se enfrentaban mis personajes. Y como no quería ni deseaba detenerme para nada, al final sólo hice un caos sin solución.
El escritor de mapa es aquél que se detiene a pensar en el inicio de su historia y el final. Traza un mapa de manera planificada para no perderse. Para esta clase de escritor tener un faro que iluminé su navegar es una red de seguridad. J. K. Rowling escritora de Harry Potter utilizó este método. Abajo te dejo un pequeño ejemplo de lo que hizo ella.
Hay escritores de mapa que se toman bastante tiempo para planificar su texto. Esta forma de escribir es recomendada para aquellos escritores noveles.
El escritor de brújula se sienta frente a la computadora y sólo se deja llevar por la creatividad. Son aquellos creadores que resuelven muy bien las cosas conforme se presentan los problemas. Me recuerda mucho al personaje de Piratas del Caribe, Jack Sparrow,que deja a su brújula decidir por él. La suerte y el destino le ayudan con sus aventuras.
Esta clase de escritor no necesita sentirse seguro. Le gusta la aventura y la adrenalina. Los que escriben de esta manera suelen ser escritores experimentados.
Si eres un escritor de mapa, y crees que por esto eres cuadrado o no te dejas llevar por la musa de la creatividad, estás en un error. Es sólo una herramienta que te ayudará en tu novela sea la primera o la tercera.
Si eres un escritor de brújula y crees que te libras de la estrategia, estas en un error. Siempre hay que realizar un mapa para no regresar a las páginas anteriores porque hay veces que no te acuerdas qué hizo tu personaje.
Ya sea que escribas de una u otra forma la realidad es que no te libras del trabajo constante como la elección de la palabra correcta, revisión de verbos etc. En general de la corrección de estilo.
En mi caso yo trace el camino de Álister para no perderme. Planifiqué el principio y el fin. Me dio más seguridad al momento de iniciar. Tracé mapas para recordar cosas o descripciones que al avanzar se me podían olvidar. De esta manera no me regresaba a las páginas anteriores. Eso sí, en Álister se me ocurrió un giro en la historia y cambié mi mapa. Este giro me ayudó a enriquecer mi novela, pero no afectaba el final de la misma. Pudiese decir que utilizo las dos formas.
Realmente no hay que encasillarnos en uno u otro, porque las dos formas nos pueden servir muy bien. Lo que sí sé es que las novelas llevan tiempo, muchas de ellas te llevarán un año. En el caso de Tolkien con su novela El señor de los anillos le llevó cinco años. Ten paciencia y se constante.
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