Mi amiga vino de vacaciones con su hijo pequeño unos cuantos días y sin querer dejó un libro; El Principito. Aunque parezca impresionante es un cuento que no había leído, muchos dirán, ¡pero es un clásico! Te comparto que busqué la cifra de cuántos libros se publican en general y según google existen la impresionante cantidad de 129,864,880 libros (2016) y se publican cada año aproximadamente 2.2 millones. Si esto se te hizo impactante, no se contaron las auto-publicaciones en digital o los libros digitales. Por eso seguí el consejo que alguien me dio hace años, leer lo que más me atrae, porque es imposible leer todo en una vida.
Como la mayoría de los autores escriben basándose en las experiencias de su vida, Saint-Exupéry no fue la excepción. Fue un aviador y escritor francés que el 30 de diciembre de 1935 tuvo un accidente en el Sahara y aunque su amigo y él sobrevivieron el aterrizaje, sufrieron los estragos de la deshidratación y las alucinaciones. Esta experiencia la tomó para escribir esa gran historia en donde su principal personaje sería un príncipe, y que daría una enseñanza para los pequeños y grandes.
Esta novela fue escrita cuando huía de la Francia ocupada hacia la ciudad de Nueva York. Saint-Exupéry tenía la misión de persuadir al gobierno de Estados Unidos para que declarara la guerra a la Alemania nazi. El autor en medio de una crisis existencial y en su exilio produjo la mitad de sus escritos incluido El Principito.
Lo primero que hice fue ver su portada, la había visto millones de veces, de hecho una de mis alumnas en un festival se disfrazó del Principito, que por cierto le quedó impresionante. Para ella era su libro más amado, me contaba que lo leía cada vez que podía y descubría nuevas cosas, obviamente nunca lo dude. La portada hace referencia al personaje principal, El Principito, que esta parado solo en su pequeño planeta viendo el cosmos con una expresión de cuestionamiento.
El libro de Saint-Exupéry cuenta la historia de un joven que estrella su avión en el Sahara y queda varado, en una mañana escucha una vocecita y era el principito. Este le empieza a contar su travesía por el universo y mientras se hace amigo de varios animales, como zorros, corderos y serpientes, acompaña a un piloto que reparaba su avión.
El extraño mundo del Principito permite descubrir verdades sobre la vida y la amistad que están ocultas para la mayoría de la gente. Habla de la muerte, de la vida, de lo importante y lo que no es, también de aquellos que juzgan a los demás.
Algo que me encantó fue la primera parte que hablaba del piloto y su ganas de dibujar cuando era pequeño, pero las críticas irreparables de los adultos sucumbieron en su corazón de niño y por ende creyó que era un mal dibujante, decía así:
"Las serpientes boas tragan sus presas enteras, sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen durante los seis meses de la digestión.
Reflexioné mucho sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. Mi dibujo número 1. Era así:
El piloto decía que después de varios intentos las personas grandes le aconsejaron que dejara a un lado sus dibujos, de esta manera él creyó que era malo y abandonó su carrera de pintor. Algo muy semejante viví cuando era pequeña, me encantaba cantar y una vez tomé valor para hacerlo frente a mi familia y no recuerdo quién fue, pero me dijeron que cantaba mal, fue el principio y fin de mi carrera de cantante. Tiempo después me daba terror cantar frente a las personas y se me cortaba la voz, aunque sabía que no lo hacía del todo mal cuando estaba sola. Pasó el tiempo y quería aprender a cantar solo por darme el gusto. Contraté a un profesor que me dijo que tenía una tesitura hermosa y aunque no seguí, para mí eso fue suficiente, saber que sí tenía el talento.
Cuando fui profesora siempre les dije a mis alumnos que no se nace para escribir, cantar, bailar etc.. todo toma su tiempo y esfuerzo, porque todos tienen talento, solo es necesario trabajar en ello.
Se dice que el talento no existe, lo que existe son personas con predisposición natural para hacer algo. Yo insisto que cuando lo trabajas con el tiempo tus habilidades crecen y entonces podemos hablar de talento.
De pequeños deseamos crecer, esta historia habla de ese crecimiento de ese alejamiento con tu niño interior. Es importante redescubrir a ese niño, porque tiene las claves de nuestra felicidad, cada que el Principito visitaba un planeta se daba cuenta que los adultos eran extraños por que deseaban cosas que los estresaban, cuando para él la felicidad era tan simple, como oler las rosas, como caminar en la lluvia, como ver el atardecer. Para el Principito ser feliz es tan sencillo sólo es cuestión de ver el mundo con otros ojos, con ojos de niño.
Otra cosa que me encantó del El Principito fue que dejó a su amada flor, porque siempre quiso ir a explorar y ver qué más había en la vida, pero finalmente volvió con ella. Cada persona tiene un lugar en el que se siente bien y si quiere marcharse por la razón que sea, ¡no está nada mal! Pero al final siempre regresas al lugar que amas.
Mi amiga vino de vacaciones con su hijo pequeño unos cuantos días y sin querer dejó un libro; El Principito. Aunque parezca impresionante es un cuento que no había leído, muchos dirán, ¡pero es un clásico! Te comparto que busqué la cifra de cuántos libros se publican en general y según google existen la impresionante cantidad de 129,864,880 libros (2016) y se publican cada año aproximadamente 2.2 millones. Si esto se te hizo impactante, no se contaron las auto-publicaciones en digital o los libros digitales. Por eso seguí el consejo que alguien me dio hace años, leer lo que más me atrae, porque es imposible leer todo en una vida.
Como la mayoría de los autores escriben basándose en las experiencias de su vida, Saint-Exupéry no fue la excepción. Fue un aviador y escritor francés que el 30 de diciembre de 1935 tuvo un accidente en el Sahara y aunque su amigo y él sobrevivieron el aterrizaje, sufrieron los estragos de la deshidratación y las alucinaciones. Esta experiencia la tomó para escribir esa gran historia en donde su principal personaje sería un príncipe, y que daría una enseñanza para los pequeños y grandes.
Esta novela fue escrita cuando huía de la Francia ocupada hacia la ciudad de Nueva York. Saint-Exupéry tenía la misión de persuadir al gobierno de Estados Unidos para que declarara la guerra a la Alemania nazi. El autor en medio de una crisis existencial y en su exilio produjo la mitad de sus escritos incluido El Principito.
Lo primero que hice fue ver su portada, la había visto millones de veces, de hecho una de mis alumnas en un festival se disfrazó del Principito, que por cierto le quedó impresionante. Para ella era su libro más amado, me contaba que lo leía cada vez que podía y descubría nuevas cosas, obviamente nunca lo dude. La portada hace referencia al personaje principal, El Principito, que esta parado solo en su pequeño planeta viendo el cosmos con una expresión de cuestionamiento.
El libro de Saint-Exupéry cuenta la historia de un joven que estrella su avión en el Sahara y queda varado, en una mañana escucha una vocecita y era el principito. Este le empieza a contar su travesía por el universo y mientras se hace amigo de varios animales, como zorros, corderos y serpientes, acompaña a un piloto que reparaba su avión.
El extraño mundo del Principito permite descubrir verdades sobre la vida y la amistad que están ocultas para la mayoría de la gente. Habla de la muerte, de la vida, de lo importante y lo que no es, también de aquellos que juzgan a los demás.
Algo que me encantó fue la primera parte que hablaba del piloto y su ganas de dibujar cuando era pequeño, pero las críticas irreparables de los adultos sucumbieron en su corazón de niño y por ende creyó que era un mal dibujante, decía así:
"Las serpientes boas tragan sus presas enteras, sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen durante los seis meses de la digestión.
Reflexioné mucho sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. Mi dibujo número 1. Era así:
El piloto decía que después de varios intentos las personas grandes le aconsejaron que dejara a un lado sus dibujos, de esta manera él creyó que era malo y abandonó su carrera de pintor. Algo muy semejante viví cuando era pequeña, me encantaba cantar y una vez tomé valor para hacerlo frente a mi familia y no recuerdo quién fue, pero me dijeron que cantaba mal, fue el principio y fin de mi carrera de cantante. Tiempo después me daba terror cantar frente a las personas y se me cortaba la voz, aunque sabía que no lo hacía del todo mal cuando estaba sola. Pasó el tiempo y quería aprender a cantar solo por darme el gusto. Contraté a un profesor que me dijo que tenía una tesitura hermosa y aunque no seguí, para mí eso fue suficiente, saber que sí tenía el talento.
Cuando fui profesora siempre les dije a mis alumnos que no se nace para escribir, cantar, bailar etc.. todo toma su tiempo y esfuerzo, porque todos tienen talento, solo es necesario trabajar en ello.
Se dice que el talento no existe, lo que existe son personas con predisposición natural para hacer algo. Yo insisto que cuando lo trabajas con el tiempo tus habilidades crecen y entonces podemos hablar de talento.
De pequeños deseamos crecer, esta historia habla de ese crecimiento de ese alejamiento con tu niño interior. Es importante redescubrir a ese niño, porque tiene las claves de nuestra felicidad, cada que el Principito visitaba un planeta se daba cuenta que los adultos eran extraños por que deseaban cosas que los estresaban, cuando para él la felicidad era tan simple, como oler las rosas, como caminar en la lluvia, como ver el atardecer. Para el Principito ser feliz es tan sencillo sólo es cuestión de ver el mundo con otros ojos, con ojos de niño.
Otra cosa que me encantó del El Principito fue que dejó a su amada flor, porque siempre quiso ir a explorar y ver qué más había en la vida, pero finalmente volvió con ella. Cada persona tiene un lugar en el que se siente bien y si quiere marcharse por la razón que sea, ¡no está nada mal! Pero al final siempre regresas al lugar que amas.
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