La fantasía es un género en el cual todo es posible, existen las hadas, los dragones, donde no hay leyes físicas, ni reglas universales. En estos mundos los gatos hablan, las alfombras vuelan, las casas pueden ser de dulce, las brujas acechan en la noche, las hadas te ayudan a realizar tus deseos. Es un universo que nos sorprende y nos inquieta, nunca es real pero es verosímil dentro de su propia concepción, existe la magia y otros elementos sobrenaturales principales de la trama, el tema o el escenario.
Te había platicado en otro artículo que el género fantástico proviene de la mitología es como su gran hijo y siempre van de la mano. Pero, ¿cuál es la diferencia de lo fantástico y la fantasía? Lo fantástico es la gran categoría de la cual se desprenden los géneros cómo; la fantasía, la ciencia ficción y el terror. Nunca te cases con una explicación ya que varios autores tiene su propio estudio como Tzvetan Todorov en su libro Introducción a la literatura fantástica o Tras los límites de los real: una definición de lo fantástico de David Roas. Esto significa que, para que algo se considere "fantástico", debe existir un universo conocido y con leyes inmutables; sin embargo, los acontecimientos o los personajes pueden desobedecer estas leyes, lo que hace que la historia sea más emocionante. De esta manera, si la irrupción de lo anormal consiste en la aparición de un hombre-lobo (El lobo de San Pedro de Michael Cadnum) o de una monstruosa araña (It de Stephen King), se entraría en el campo del terror. Si el elemento anormal fueran extraterrestres (La guerra de los mundos de H.G. Wells) o se viajara a Marte (Crónicas marcianas de Ray Bradbury) se trataría de ciencia ficción. Si lo anormal fuera que un libro nos transportara a un mundo diferente al nuestro (La historia interminable de Michael Ende) o al perseguir a un conejo llegamos nuestra realidad cambia (Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll) estaríamos ante un texto de fantasía.
En el Historical Dictionary of Fantasy Literature del autor Brian Stableford dice:
La literatura fantástica, aunque bastante joven en términos de clasificación académica, es tan antigua. Los mitos y los cuentos populares, los cuentos de hadas y las fábulas existían incluso antes de que hubiera mucha literatura escrita, y una vez que se puso en papel, esta categoría siguió creciendo, y creciendo, y creciendo. A lo largo de los siglos, ha llegado en todas las direcciones posibles, hacia atrás en el pasado mítico, hacia adelante en la ciencia ficción y de lado a todo tipo de mundos paralelos. Las obras pueden representar el odio y la guerra o el amor y el romance; pueden resolver todos nuestros problemas apremiantes o dejar la mayoría sin resolver; pueden ser de advertencia y didácticos o humorísticos y, sí, fantásticos. Pueden reflejar y reflejan la situación en todas las culturas y civilizaciones que el mundo haya visto, además de muchas que probablemente nunca se verá.
Entonces, el género de fantasía es cuándo lo extraordinario o anormal jamás podrá ser real en nuestro mundo. Y aunque existen algunos componentes que se parecen a la realidad o se yuxtaponen con un escenario real como en Harry Potter donde los problemas, conflictos y los personajes son parecidos a nosotros y están en contacto con nuestra realidad; sin embargo, el mundo mágico jamás podrá existir. Las acciones de esta cosmovisión transcurre en un mundo distinto, donde la magia, las hadas, los dragones, o hablar con los animales es posible y coherente con con el contenido del relato, irreales, pero lógicos en sí mismos.
Muchos autores crean universos completamente imaginarios con sus propias leyes físicas, con su lógica, con sus poblaciones de razas y criaturas imaginarias como El color de la magia de Terry Pratchett o El señor de los anillos de Tolkien. Estos mundos de naturaleza especulativa, donde la fantasía no está ligada a la realidad o al hecho científico.
La fantasía incluye un número robusto y cada vez mayor de subgéneros, o tipos que son:
Fantasía épica, baja fantasía, alta fantasía, realismo mágico, espada y hechicería, fantasía oscura, cuentos de hadas, ficción de superhéroes, entre otras.
Lo más importante es que si te gusta leer y buscas encontrar un nuevo mundo o simplemente quieres pasar un buen rato, el género de fantasía es para ti. ¡Así que adelante! Suscríbete a esta página y compártela con tus amigos. Y quién sabe, tal vez un día escribas tu propia historia de fantasía. ¡Gracias por leer!
La fantasía es un género en el cual todo es posible, existen las hadas, los dragones, donde no hay leyes físicas, ni reglas universales. En estos mundos los gatos hablan, las alfombras vuelan, las casas pueden ser de dulce, las brujas acechan en la noche, las hadas te ayudan a realizar tus deseos. Es un universo que nos sorprende y nos inquieta, nunca es real pero es verosímil dentro de su propia concepción, existe la magia y otros elementos sobrenaturales principales de la trama, el tema o el escenario.
Te había platicado en otro artículo que el género fantástico proviene de la mitología es como su gran hijo y siempre van de la mano. Pero, ¿cuál es la diferencia de lo fantástico y la fantasía? Lo fantástico es la gran categoría de la cual se desprenden los géneros cómo; la fantasía, la ciencia ficción y el terror. Nunca te cases con una explicación ya que varios autores tiene su propio estudio como Tzvetan Todorov en su libro Introducción a la literatura fantástica o Tras los límites de los real: una definición de lo fantástico de David Roas. Esto significa que, para que algo se considere "fantástico", debe existir un universo conocido y con leyes inmutables; sin embargo, los acontecimientos o los personajes pueden desobedecer estas leyes, lo que hace que la historia sea más emocionante. De esta manera, si la irrupción de lo anormal consiste en la aparición de un hombre-lobo (El lobo de San Pedro de Michael Cadnum) o de una monstruosa araña (It de Stephen King), se entraría en el campo del terror. Si el elemento anormal fueran extraterrestres (La guerra de los mundos de H.G. Wells) o se viajara a Marte (Crónicas marcianas de Ray Bradbury) se trataría de ciencia ficción. Si lo anormal fuera que un libro nos transportara a un mundo diferente al nuestro (La historia interminable de Michael Ende) o al perseguir a un conejo llegamos nuestra realidad cambia (Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll) estaríamos ante un texto de fantasía.
En el Historical Dictionary of Fantasy Literature del autor Brian Stableford dice:
La literatura fantástica, aunque bastante joven en términos de clasificación académica, es tan antigua. Los mitos y los cuentos populares, los cuentos de hadas y las fábulas existían incluso antes de que hubiera mucha literatura escrita, y una vez que se puso en papel, esta categoría siguió creciendo, y creciendo, y creciendo. A lo largo de los siglos, ha llegado en todas las direcciones posibles, hacia atrás en el pasado mítico, hacia adelante en la ciencia ficción y de lado a todo tipo de mundos paralelos. Las obras pueden representar el odio y la guerra o el amor y el romance; pueden resolver todos nuestros problemas apremiantes o dejar la mayoría sin resolver; pueden ser de advertencia y didácticos o humorísticos y, sí, fantásticos. Pueden reflejar y reflejan la situación en todas las culturas y civilizaciones que el mundo haya visto, además de muchas que probablemente nunca se verá.
Entonces, el género de fantasía es cuándo lo extraordinario o anormal jamás podrá ser real en nuestro mundo. Y aunque existen algunos componentes que se parecen a la realidad o se yuxtaponen con un escenario real como en Harry Potter donde los problemas, conflictos y los personajes son parecidos a nosotros y están en contacto con nuestra realidad; sin embargo, el mundo mágico jamás podrá existir. Las acciones de esta cosmovisión transcurre en un mundo distinto, donde la magia, las hadas, los dragones, o hablar con los animales es posible y coherente con con el contenido del relato, irreales, pero lógicos en sí mismos.
Muchos autores crean universos completamente imaginarios con sus propias leyes físicas, con su lógica, con sus poblaciones de razas y criaturas imaginarias como El color de la magia de Terry Pratchett o El señor de los anillos de Tolkien. Estos mundos de naturaleza especulativa, donde la fantasía no está ligada a la realidad o al hecho científico.
La fantasía incluye un número robusto y cada vez mayor de subgéneros, o tipos que son:
Fantasía épica, baja fantasía, alta fantasía, realismo mágico, espada y hechicería, fantasía oscura, cuentos de hadas, ficción de superhéroes, entre otras.
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