Leí un artículo que se me hizo muy interesante, súper funcional y que nos puede ayudar mucho a seguir aprendiendo. No hay que pensar que somos unos especialistas y que ya no necesitamos saber nada más. El artículo tiene como nombre: 11 maneras para desarrollar una mente principiante.
Y me dirán “¿Es en serio? si lo que yo deseo es desarrollar una mente experta” Si te enfocas en pensar que eres un chingón, tu mente inconscientemente pone un freno a nuevos aprendizajes. Porque tú ya eres un chingón, que más puedes aprender. Pues hay muchas cosas por aprender y no solamente de aquellos que tienen mucho tiempo escribiendo, sino, de aquellas mentes jóvenes que sueltan ese aire de frescura y espontaneidad.
Recientemente tuve una cita con una escritora novel, deseaba saber cómo iniciar en este mundo de la escritura. Ella me preguntaba qué consejo le daba yo que ya tenía más tiempo en esto. Le mencioné que yo sólo estaba a dos pasos más adelante que ella y lo que podía compartir es el poco aprendizaje que he tenido.
Si les dijo la verdad siempre me he sentido que no sé nada. Hay muchas cosas por aprender por eso el artículo me hizo mucho sentido y deseaba compartirlo contigo. Decía así:
El budismo zen enseña un concepto de "Mente de principiante", Shoshin, como atributo positivo, algo que cultivar. El maestro zen Shunryu Suzuki dijo: "En la mente del principiante hay muchas posibilidades. En la mente del experto hay pocas". Según el Zen, todos debemos tratar de tener una Mente de principiante.
Cuando éramos niños nos sorprendía todo, el aire, la lluvia, el sol etc. Deseábamos entender cómo funcionaba el mundo. Jugábamos a crear cosas que no existían o recrear historias y cuentos a nuestra concepción, a nuestra manera. Creábamos personajes tan fácilmente, jugábamos con los amigos de manera sorprendente.
Al crecer se generan barreras; ya sea, por entorno social, por no sentirnos seguros, por seguir las reglas de una escuela, entre tantas más. El problema recae cuando creemos que por tener tantos estudios o títulos, pensamos que ya sabemos todo.
Loyola University of Chicago hizo un estudio que decía: al creernos expertos nos hace una mente mucho más cerrada. Por eso en los trabajos cuando se realizan lluvias de ideaspara crear algo nuevo, siempre llaman a la gente más joven. Son ellos los que traen estas ganas de seguir aprendiendo, son los que no se creen expertos y eso hace que su mente desarrolle nuevas ideas.
Steven Jobs estudió budismo. Leyó Zen Mind, Beginner's Mind y recorrió medio mundo en busca de un guru, que finalmente encontró en su ciudad natal de Los Altos, California. Él "aprendió a confiar en la intuición y la curiosidad, lo que los budistas llaman 'Mente del principiante', sobre el análisis y las ideas preconcebidas".
Una mente llena de posibilidades, de inquietudes, de intuición, curiosidad, en la cual siempre te preguntes cosas nuevas y desees aprender más. Empecemos con estos once consejos:
De esta manera estarás más abierto a nuevas posibilidades, experiencias, ideas, y podrás lograr una mente más creativa.
Leí un artículo que se me hizo muy interesante, súper funcional y que nos puede ayudar mucho a seguir aprendiendo. No hay que pensar que somos unos especialistas y que ya no necesitamos saber nada más. El artículo tiene como nombre: 11 maneras para desarrollar una mente principiante.
Y me dirán “¿Es en serio? si lo que yo deseo es desarrollar una mente experta” Si te enfocas en pensar que eres un chingón, tu mente inconscientemente pone un freno a nuevos aprendizajes. Porque tú ya eres un chingón, que más puedes aprender. Pues hay muchas cosas por aprender y no solamente de aquellos que tienen mucho tiempo escribiendo, sino, de aquellas mentes jóvenes que sueltan ese aire de frescura y espontaneidad.
Recientemente tuve una cita con una escritora novel, deseaba saber cómo iniciar en este mundo de la escritura. Ella me preguntaba qué consejo le daba yo que ya tenía más tiempo en esto. Le mencioné que yo sólo estaba a dos pasos más adelante que ella y lo que podía compartir es el poco aprendizaje que he tenido.
Si les dijo la verdad siempre me he sentido que no sé nada. Hay muchas cosas por aprender por eso el artículo me hizo mucho sentido y deseaba compartirlo contigo. Decía así:
El budismo zen enseña un concepto de "Mente de principiante", Shoshin, como atributo positivo, algo que cultivar. El maestro zen Shunryu Suzuki dijo: "En la mente del principiante hay muchas posibilidades. En la mente del experto hay pocas". Según el Zen, todos debemos tratar de tener una Mente de principiante.
Cuando éramos niños nos sorprendía todo, el aire, la lluvia, el sol etc. Deseábamos entender cómo funcionaba el mundo. Jugábamos a crear cosas que no existían o recrear historias y cuentos a nuestra concepción, a nuestra manera. Creábamos personajes tan fácilmente, jugábamos con los amigos de manera sorprendente.
Al crecer se generan barreras; ya sea, por entorno social, por no sentirnos seguros, por seguir las reglas de una escuela, entre tantas más. El problema recae cuando creemos que por tener tantos estudios o títulos, pensamos que ya sabemos todo.
Loyola University of Chicago hizo un estudio que decía: al creernos expertos nos hace una mente mucho más cerrada. Por eso en los trabajos cuando se realizan lluvias de ideaspara crear algo nuevo, siempre llaman a la gente más joven. Son ellos los que traen estas ganas de seguir aprendiendo, son los que no se creen expertos y eso hace que su mente desarrolle nuevas ideas.
Steven Jobs estudió budismo. Leyó Zen Mind, Beginner's Mind y recorrió medio mundo en busca de un guru, que finalmente encontró en su ciudad natal de Los Altos, California. Él "aprendió a confiar en la intuición y la curiosidad, lo que los budistas llaman 'Mente del principiante', sobre el análisis y las ideas preconcebidas".
Una mente llena de posibilidades, de inquietudes, de intuición, curiosidad, en la cual siempre te preguntes cosas nuevas y desees aprender más. Empecemos con estos once consejos:
De esta manera estarás más abierto a nuevas posibilidades, experiencias, ideas, y podrás lograr una mente más creativa.
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